espacioseuropeos.com (26/4/2008) 

La situación que se está viviendo en el ayuntamiento de Mondragón nos parece de auténtico escándalo. Por unas u otras razones, la moción de censura contra la alcaldesa de esa localidad no ha prosperado, entre otras razones, porque no hay voluntad política para ello.

Por su interés reproducimos el comunicado de prensa que nos ha enviado el Foro Ermua.

1º.- Es falso que la aprobación de la moción presentada en Mondragón hubiera supuesto la salida de ANV del Gobierno municipal. La moción (igual que la moción de Hernani y el resto que se puedan presentar) era una mera petición a la Alcaldesa, que no generaba obligación alguna y que ha sido camuflada bajo el rimbombante e intencionadamente confuso nombre de «moción ética». No era una moción de censura.

2º.- El PNV pretende con estas mociones lavar su imagen permitiendo que todo siguiera igual.  El PNV se negó y se niega a presentar auténticas mociones de censura que pueda servir para expulsar realmente a ANV de los Ayuntamientos. Asimismo está promoviendo la reforma del Reglamento del Parlamento vasco para impedir la disolución del Grupo Parlamentario de los representantes de ETA en la Cámara.

3º.- La presencia de ANV en el Ayuntamiento de Mondragón y en otros ayuntamientos vascos es posible gracias a la negociación con ETA que llevó al Gobierno de Rodríguez Zapatero a incumplir la Ley de Partidos y a permitir la presencia de las listas de ANV en las elecciones municipales a pesar de las abrumadoras  pruebas de que no era más que una sucesión de  BATASUNA.

4º.- El PNV y el PSE, si realmente quieren que ANV salga del Gobierno del Ayuntamiento de Mondragón y de otros ayuntamientos vascos lo que tienen que hacer es promover una moción de censura con efectos reales.  Quien no la apoye sí será responsable de que ETA siga manteniendo a su brazo político en el Ayuntamiento. Lo demás, si no hay el intento previo de presentar una moción de censura, es propaganda.

  

Ante la desinformación que ha rodeado la llamada «moción ética» presentada por el PNV y el PSE en Mondragón (y las que se presentarán en otros municipios, como el de Hernani), resulta necesario dejar claro que no estábamos era una moción de censura y que no tenía contenido ejecutivo alguno: su aprobación no habría supuesto la salida del Gobierno municipal de ANV ya que se trataba de una mera petición de dimisión, disimulada bajo el rimbombante y confuso nombre de «moción ética».

El PNV, uno de los promotores de las llamadas «mociones éticas» se negó en su día y se niega todavía hoy a presentar una moción de censura, esta sí con contenido real. Asimismo está promoviendo una modificación del Reglamento del Parlamento vasco para evitar la disolución del brazo político de ETA en la Cámara. Esta mezquina actuación del PNV hace que resulte sarcástico que se llame «ética» a una moción que sólo pretende lavar la cara de quien se niega a expulsar a los enviados de los terroristas en los Ayuntamientos y quien adopta sistemáticamente medidas que favorecen al entorno de ETA.

Por otro lado, no debe olvidarse que ANV está en los Ayuntamientos gracias a las negociaciones del Gobierno de Rodríguez Zapatero con ETA, que le llevaron a incumplir la Ley de Partidos y a negarse a promover la ilegalización de las listas de ANV a pesar de las pruebas abrumadoras que acreditaban que era la continuación de BATASUNA. No parece muy lógico que quien conscientemente ha pervertido el Estado de Derecho y ha permitido la presencia de ANV en los Ayuntamientos de nuestra tierra, encabece con el adjetivo «éticas» mociones sin consecuencia práctica alguna y con un contenido meramente propagandístico. Desde luego, de la misma manera que no sería muy ético que quien tuviera en su mano detener a los asesinos se limitara a aprobar mociones pidiendo que se entregaran a la policía, no es ético que quien ha permitido que ANV esté en los ayuntamientos y quien se niega a utilizar los medios existentes para expulsarlos, se limite a presentar una moción pidiéndoles dócilmente que dimitan.

Si el PNV y el PSE quieren realmente que ANV tenga que abandonar los ayuntamientos en los que gobierna, en lugar de pedírselo amablemente, deben utilizar los instrumentos reales para su expulsión, como son -sin perjuicio de otras medidas que debería adoptar el Gobierno central- las mociones de censura, lo demás es mera propaganda y un brindis al sol. Quien no apoyara esas mociones de censura sí sería responsable de que los enviados de los terroristas continúen al frente de ayuntamientos del País Vasco. Si dichas mociones fracasaran, sí podrían tener sentido otros actos simbólicos llevados a cabo por quienes hubieran hecho todo lo posible para sacar a los representantes de los terroristas de las Instituciones.

Por último, el FORO ERMUA lamenta la falta de explicación y la desinformación que se ha producido sobre las mal llamadas «mociones éticas». Es obligación de los responsables políticos ser claros, explicar el sentido de su voto y tener una actitud coherente.