espacioseuropeos.com (19/7/2008)
Algunas de las últimas medidas tomadas por el Gobierno chino, están siendo vistas por las Cancillerías occidentales y cronistas de prensa, como una simple consecuencia del «furor preolímpico del Gobierno de Beijing«. Pero no, ni mucho menos; quizás ahora, el Gobierno chino trata de mostrar su rostro más amable, más democrático. ¿Cómo creen, periodistas y diplomáticos, que viven el resto del año la gran mayoría de los chinos?

Una de las órdenes dadas por las autoridades chinas se refiere a que en bares y centros comerciales de las zonas olímpicas, no se permita la entrada a «negros» y «mongoles». Una de esas zonas, especialmente protegidas de la presencia de esas etnias, es el Estadio de los Trabajadores.

La noticia ha sido recogida por el  diario «South China Morning Post», que relata que el Departamento de Seguridad Pública (Policía) ha dado severas órdenes -especialmente a los bares- para que no se permita la entrada de «negros» y «mongoles» en las zonas cercanas a los estadios olímpicos.

Según menciona el periódico, esas órdenes han sido comunicadas, en la mayoría de las veces, de forma verbal por agentes de paisano que visitaban los mencionados locales.

La obsesión por mostrar una China «limpia» está llevando a las autoridades policiales a efectuar continuas redadas de drogadictos y prostitutas, sobre todo en las zonas más frecuentadas por extranjeros. Las redadas se han centrado, según menciona el «South China Morning Post», en detener a negros y mongoles. Curiosamente, muchos de  los negros detenidos eran familiares directos de diplomáticos afincados en China, lo que ha provocado algunas protestas de las delegaciones africanas.

La rigidez de tales medidas ha llevado a situaciones rocambolescas, como detenciones de mujeres con «ropas atrevidas», acusándolas de ejercer la prostitución.