A. G. (30/9/2008)
Un reportaje de María Peral, publicado hoy en el diario «El Mundo», desvela cómo una negligencia del Juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, ha dejado en libertad a dos peligrosos narcotraficantes turcos.

Los supuestos narcotraficantes turcos, Sahin Eren y Erden Vardar, «implicados en una organización internacional que en 2006 intentó introducir en España 43 kilos de heroína, fueron excarcelados el pasado 16 de julio por el juez Baltasar Garzón al haber sobrepasado el plazo de dos años para acordar la prórroga de la prisión provisional, que había sido solicitada por la Fiscalía con medio mes de anticipación».

De acuerdo con el reportaje de María Peral, el 27 de junio de este año, «la Fiscalía le advirtió – a Garzónque debía prorrogar la prisión provisional de los turcos Sahin Eren y Erden Vardar, detenidos dos años antes en la segunda mayor operación en España contra el tráfico de heroína».

Pero, el juez mediático, siempre ocupado en tareas distintas y diversas, se le olvidó -al menos eso debemos pensar-  que  la comparecencia para «decidir la ampliación de la prisión preventiva (…) fue celebrada por Garzón dos días después de la fecha en la que terminaba el plazo legal».

Esa negligencia determinó la «inmediata puesta en libertad de los procesados». De haber obrado correctamente, los dos narcotraficantes podían haber seguido en prisión hasta el año 2010.

La periodista afirma que el juez acababa de «llegar de Colombia, donde había participado en el seminario ‘Sin rastro’, y su apretada agenda incluía un encuentro hispano-francés, la vistilla no pudo ser fijada hasta el 14 de julio». Aún a sabiendas de que los «narcos» recurrirían su decisión, Garzón «decretó la prórroga alegando que si quedaban libres huirían y cometerían más delitos, pero 48 horas después tuvo que dictar su libertad al descubrir que el plazo había vencido el día 12 de julio».

«Un error en la carpetilla», es la excusa que Garzón ha dado para defenderse, pero el Supremo -como afirma la periodista- «rechazó un recurso de Ruiz Polanco -juez de la Audiencia Nacional-, apartado de la Audiencia por un caso similar, pues el juez debe comprobar esos datos «personalmente».

Garzón no puede evadir esta tremenda negligencia, ya que el Supremo ha establecido que el «control de las medidas cautelares de privación de libertad es «un importantísimo deber del juez», de acuerdo con el reportaje de «El Mundo». Esa tarea no admite delegación alguna en otros funcionarios, según el Supremo.

Una vez más, los esfuerzos de Policía, Guardia Civil y otros servicios, quedan anulados por la negligencia de ciertos jueces.  Los turcos, Erden Vardar y Sahin Eren fueron detenidos en julio de 2006 en la provincia de Huelva, tras varios mese de ardua trabajo policial, «cuando trataban de introducir en España 13 kilos de heroína camuflados en un buque de bandera turca. Con ellos arrancó la ‘operación Victoria’, la segunda intervención contra el tráfico de heroína más importante desarrollada en España».

Otras negligencias del juez Baltasar Garzón se han dado en la «Operación Nécora», varios meses sin traducir las grabaciones de islamistas vinculados al 11-M, proceso a Osama bin Laden, intento de encausar a Silvio Berlusconi, caso del «litio» contra agentes de policía, buque «Privilege», la filtración sobre la infraestructura de extorsión de ETA y «asunto ácido bórico», entre otros.