Mi Columna
eugenioEugenio Pordomingo (28/6/2009)
La ocasión le ha venido que ni pintada a la ministra Carma Chacón. Esa oportunidad fue la comparecencia del director del CNI (Centro Nacional de Inteligencia), en la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso de los Diputados, a puerta cerrada, y sin posibilidad de que ningún diputado -si es que alguno lo pretendía- pudiese comprobar la veracidad de lo dicho y, presuntamente, documentado (facturas de las costosas reformas de su domicilio particular, entre otras). Todos esos documentos acreditativos de los pagos de viajes exóticos y jornadas de exterminio de cérvidos y escualos en tierras africanas, los guarda su amigo José Bono, Presidente del Congreso, sin que se pudieran ver ni fotocopiar. ¡Esto es democracia y no la de Honduras o Irán!  

En esas denuncias, también se encuentra la «compra» y «almacenamiento» de patatas gallegas -sí, sí, patatas- de un familiar. La cosecha (una cada año) la compraban expertos y aguerridos agentes de la «Casa»; el almacenamiento se hacía en dependencias del CNI, no sabemos si en la sede central de la Cuesta de las Perdices (Carretera de La Coruña) o en algún polígono industrial habilitado al efecto.

Otras de las denuncias, que recoge el diario «El Mundo» se refieren a que «ordenó Alberto Saiz a tres agentes del grupo E de la Administración que armados con gafas de buceo y un cepillo le limpiaran desde dentro su piscina privada. Uno de ellos se negó» (a éste hay que ascenderlo de inmediato).

La lista de «denuncias» no acaba ahí: «Que utiliza un todoterreno comprado por el CNI para sus cacerías -que los agentes deben limpiar habitualmente de la sangre de los animales- y guarda en frigoríficos del Centro las piezas que mata en ellas (ciervos, venados, jabalíes…); que ‘pinchó’ el teléfono de casa de un amigo porque quería espiar a su asistenta, ya que hablaba mucho con su novio». Además de contratar a sobrinos suyos y a la hija del juez que autoriza determinadas acciones de los servicios secretos, entre otras las «escuchas telefónicas».

Nada más pasar el «amaralberto-sainz-director-del-cnigo trance» de esa comparecencia, Alberto Saiz declaró a los medios de comunicación que «el servicio de espionaje está funcionando a la perfección y a pleno rendimiento», y que está «muy satisfecho» con el desarrollo de la sesión ya que «por fin pudo explicar lo que le preguntaron los diputados». «He podido respaldar mis palabras y mis relatos con documentación que ha quedado depositada en la Comisión», manifestó visiblemente nervioso.

Al día siguiente, la ministra Carma Chacón declaró a «bombo y platillo» que iba a pedir «información completa y reservada» para averiguar si son ciertas las acusaciones contra el director del CNI aparecidas  en el diario «El Mundo».

A la ministra Chacón le ha venido que ni pintado que  Alberto Saiz mandase utilizar el polígrafo para «interrogar» a sus agentes en busca de delatores y que le ocultase la dimisión de la cúpula antiterrorista del CNI por desavenencias con el director.

La ministra de Defensa se opuso en el mes de mayo a la continuidad de Alberto Saiz, pero las promesas de éste a Zapatero de que se podía acabar con ETA a corto plazo, así como el apoyo desmedido de la Vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, prevalecieron. Aunque no hay que despreciar la información que para que se produjera esa continuidad aportó un «confidencial», según el cual el director del CNI se apoya para permanecer en el cargo, en el «conocimiento» que tiene de algunos asuntos relacionados con el Rey Juan Carlos, el 11-M, la OPA contra ENDESA y lo que acontece en los ayuntamientos  gobernados por el PSOE.    

El RIP de María Teresa Fernández de la Vega
El viernes, después del habitual Consejo de Ministros, la Vicepresidenta Primera compareció ante la prensa, y leyó -siempre lo hace-  que «el Gobierno decide y decidirá  con criterio de eficiencia y con voluntad de servicio público» y que «No es bueno que el trabajo maria-teresa-fernandez-de-la-vegay el papel de los servicios secretos españoles se esté cuestionando de forma continuada».

Sólo queda ya dar forma a la dimisión o cese de Alberto Saiz; y buscarle una salida honorable (cargo de prestigio y dinero) para silenciar lo que pueda dañar al «Estado»…

Pero, a nosotros nos gustaría que nos explicasen por qué el CNI se ha visto obligado a abandonar el norte de Marruecos, y cómo no se responde a la expulsión de las «antenas» de Nador y Tetuán, entre otras. ¿Acaso no conoce el CNI la infiltración de las poderosas DGSN y DGED en España?