España
Eespacio Eeuropeos.com (8/7/2009)colmillos1
Esperanza Casteleiro Llamazares tras ser cesada como secretaria general del CNI (Centro Nacional de Inteligencia) por el ex director Alberto Saiz, fue destinada a Cuba como responsable de la «antena» de los servicios secretos en la isla. Allí se encontró con el asunto del empresario Conrado Hernández, y la caída en desgracia de los dirigentes cubanos, Lage y Pérez Roque. La presencia de Casteleiro vino a agravar aún más la situación, que terminó -de momento- con la retirada de los agentes del CNI de Cuba antes de que fueran expulsados por el régimen de Castro.

En medio de ese lío, el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos perdió en La Habana un legajo de documentos oficiales que, al parecer, todavía no han sido recuperados.

En medio de esa vorágine de desatinos, el poderoso y eficaz G-2 (servicio secreto cubano) pilló a todos en medio de una serie de enfrentamientos en la sede central del CNI, que mostró escenas como si se tratara de un capítulo de Mortadelo y Filemón agencia de información. Tras la detención en Cuba del empresario Conrado Hernández, los agentes del CNI recibieron órdenes desde Madrid para abandonar la isla antes de que fueran obligados a ello por el Gobierno cubano. También lo hizo la responsable de la «antena» del CNI en Cuba, Esperanza Casteleiro Llamazares.

Que sepamos, hasta ahora,  sigue percibiendo sus emolumentos como si estuviera destinada en la isla. Una cantidad nada despreciable.

En relación con esto,  espacioseuropeos.com publicó lo  siguiente: «Así vemos como la ex Secretaria General del CNI, Esperanza Casteleiro Llamazares, que tiene consideración de Subsecretaria de Estado, no tiene inconveniente en que su marido figure como beneficiario en su cartilla de la Seguridad Social. Lo cual podría hacer sospechar que su marido aunque disfruta de sus beneficios no paga la Seguridad Social. También tenemos que esta ahorradora subsecretaria cuando estuvo destinada en Brasil se llevo alberto-saiz-director-del-cnia su marido y le colocó a trabajar en Cooperación (AECI) en clara incompatibilidad con lo establecido en el Convenio de Viena».

Por otro lado -también relacionado con los servicios secretos españoles- hay un suceso todavía no aireado, en el que tendremos que ahondar, referido a la llegada de un avión militar a la base de Torrejón, procedente al parecer de África, en el que entre otros viajaban Alberto Saiz. La nave iba a ser revisado por la Guardia Civil en el aeropuerto, nada más aterrizar. Pero, uno de los pasajeros -personaje de alta consideración institucional-, se opuso a ese registro. Y es que, supuestamente, en el avión venía una buena partida de colmillos de elefantes, de los de verdad…

Alberto Saiz ha utilizado -según se ha publicado en más de una ocasión- la valija diplomática y las bodegas de los aviones militares en los que se desplazaba para transportar colmillos de paquidermos.