espacioseuropeos.com (25/8/2009)casa-cuartel-de-burgos
El secretario general  de la AUGC (Asociación Unificada de la Guardia Civil) de Burgos, Martín Hernando, ha calificado hoy,  en declaraciones a los medios de comunicación, como «tensa» la situación entre los miembros de la guardia civil,  afectados por el atentado terrorista de ETA contra la casa cuartel de Burgos, en la Avenida de Cantabria, que tuvo lugar el pasado 29 de julio, a causa de la «tardanza» de las ayudas económicas «prometidas por el Gobierno».

Nada más producirse el atentado -recuerda Hernando– el Gobierno anunció las ayudas económicas «de carácter urgente» para los guardias civiles y sus familiares, pero «hasta ahora no ha llegado nada». En su comparecencia, el secretario de la AUGC comentó que hay familias con «verdaderos problemas económicos» que necesitan «urgentemente algún tipo de ayuda que les facilite recuperar sus vidas».

La situación de varias familias de guardias civiles comienza a ser complicada y la AUGC burgalesa teme que «las reacciones que algunos familiares puedan llevar a cabo». Al parecer, algunas de esas familias han amenazado con «encadenarse» si el gobierno no atiende sus reclamaciones.Por otro lado, y de acuerdo con las mismas fuentes, el descontento por las viviendas asignadas  para el realojo de estas familias no ha sido todo lo correcto que debiera, ya que algunas de las casas facilitadas no reúnen las condiciones adecuadas.

Varios agentes continúan de baja laboral como consecuencia del atentado, según informó el secretario general de la AUGC.  Asimismo, manifestó que todavía hay familias y agentes que siguen recibiendo ayuda psicológica.

Respecto a la casa-cuartel, la AUGC de Burgos propone un uso diferente, y que se construya una nueva en un emplazamiento distinto, y que las familias vivan entre la sociedad civil «con el fin de evitar futuros atentados», evitando así los «guetos» en los que «residan los cuerpos de seguridad».

Lo cierto es que, una vez más, el Gobierno de España muestra su carencia de  de sensibilidad al no atender con la premura y generosidad que se merecen los afectados por estas tragedias.