espacioseuropeos.com (11/9/2009)
Todavía resuenan en nuestros oídos las felicitaciones dirigidas al «valiente pueblo afgano» del presidente estadounidense Barack Obama o de la canciller alemana, Ángela Merkel. Pero, la realidad de lo que está aconteciendo en Afganistán es difícil de ocultar, incluso para los estrategas del Pentágono. Los fraudes son de tal calibre, que la ONU se ha visto obligada a intervenir a través de la llamada «Comisión de Quejas Electorales (CQE).
La CQE es un tinglado burocrático, integrado por supuestos expertos electorales, nombrados directamente por la ONU, cuya misión es controlar las votaciones y recuento posterior.
Pues bien, las agencias de prensa nos informan que fruto de ese laborioso trabajo de «atender reclamaciones», se han visto obligados a invalidar «la mayoría de las papeletas depositadas en 83 colegios de tres provincias del sur y el este afgano». Una esperanza anida en nuestro ser, y es que con anular 400.000 papeletas las elecciones quedarían anuladas y tendrían que convocarse de nuevo.
Hace pocos días, el diario estadounidense «The New York Times», revelaba algunos datos escalofriantes. Funcionarios del gobierno afgano han revelado al diario que «calculan» que en los recuentos en provincias afines al actual presidente afgano, «la proporción entre los votos escrutados y los votantes reales podría ser de diez papeletas por cada votante real». En las zonas de mayoría pastún -recoge el diario- al este y sur del país, «los centros electorales registraron una excepcionalmente baja afluencia de electores, incluida la provincia natal de Karzai, Kandahar».
De acuerdo con los datos aportados por esos funcionarios a los reporteros del diario «The New York Times», «unos 25.000 electores que acudieron ese día a votar en dicha provincia» después fueron contabilizadas «350.000 papeletas.
Respecto a la participación del pueblo afgano en estos «comicios» ha sido -según los expertos- inferior al 50 por ciento; cifra que se aleja mucho del 70 por ciento alcanzado en las anteriores elecciones de 2004.
¡Un auténtico éxito…!