espacioseuropeos.com (6/12/2009)
El Ejército de Filipinas ha asumido el control de la provincia de Maguindanao, situada al sur del país, tras la decisión gubernamental de declaran el estado de sitio. Una medida similar no se tomaba en Filipinas desde la caída de la dictadura de Ferdinand Marcos.
La decisión gubernamental responde a los graves disturbios provocados tras la muerte de decenas de ciudadanos filipinos que asistían a un mitin político, hecho que tuvo lugar hace unos quince días.
Andal Ampatuan, gobernador de la provincia de Maguindanao y varios miembros de su familia fueron arrestados por las autoridades militares, bajo la acusación de decenas de asesinatos y atentados contra políticos rivales.
El gobierno central ha explicado que se vio obligado a decretar el estado de sitio ante el «riesgo muy inminente» de una rebelión cívica contra los desmanes de la familia del gobernador Ampatuan, que hasta ahora contaba con el apoyo de la presidenta Gloria Macapagal Arroyo.