espacioseuropeos.com (10/3/2010)
No han sido, lamentablemente, las autoridades sanitarias españolas ni las de la Unión Europea, las que nos han alertado de un peligro en el consumo de pescado procedente de países lejanos (Vietnam y el lago Victoria en África). La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), recomienda no consumir, o al menos reducir drásticamente, el consumo de la perca y panga, ya que han encontrado restos de mercurio en los filetes de estos dos pescados. Ese descubrimiento no ha sido casual, sino que se debe a los análisis que esta organización de consumidores ha llevado a efecto.
A pesar de ello, la OCU afirma que «los residuos contaminantes están dentro de los límites legalmente tolerados y no suponen un riesgo inmediato para la salud, es mejor no consumir estos pescados en exceso».
Los filetes de los pescados panga y de perca han entrado con fuerza en nuestros hábitos de consumo -reconoce la OCU-, «sobre todo, en comedores colectivos donde a veces se sirven como filetes de lenguado o mero». El consumo de estas dos especies de pescado es muy habitual, por ejemplo, en comedores escolares.
La OCU confirma que ha analizado 23 muestras de panga (17 congeladas y 6 compradas como frescas) y 6 de perca para «comprobar diferentes aspectos de su calidad y seguridad alimentaria». Asimismo, afirma que debido «al modo de producción intensivo y a las zonas en las que se localiza, sospechábamos la presencia de posibles contaminantes ambientales».
En cuatro de las muestras analizadas de panga de las 23 analizadas, la OCU encontró un herbicida, la trifluoralina, que «ha sido prohibida en Europa. En los filetes de perca no se han encontrado plaguicidas». Pero los análisis dieron otra desagradable sorpresa, pues los análisis detectaron que también había mercurio, «un metal pesado, en 9 de las 29 muestras de panga y perca analizadas. Las cantidades de mercurio no superan el límite legal de 0,5 mg/ kg, pero en algunos casos, sí alcanzan la mitad de esa cifra».
La OCU ha demostrado con estos análisis que, en contra de lo que se creía -o querían hacernos creer- el pescado puede ser (en estos dos casos lo es), una fuente de contaminación a través de pesticidas. De hecho, la OCU recomienda que la perca y la panga no se consuman más de una vez por semana.
Ahora sólo nos toca saber el nombre del importador y el departamento de la Administración responsable del control de la entrada en España de estos productos.