Francia
espacioseuropeos.com (29/9/2010)
Los sindicatos franceses preparan nuevas movilizaciones contra la reforma de la jubilación que el ejecutivo de Nicolas Sarkozy prepara. A diferencia de España, donde la protesta se ha convocado meses después de que la Reforma Laboral fuese aprobada por el Gobierno del socialista José Luís Rodríguez Zapatero, los sindicatos franceses se preparan para parar esas «reformas».
Las jornadas de protesta que se llevaron a cabo el jueves y viernes de la semana anterior convocaron a más de un millón de ciudadanos franceses en desacuerdo con la modificación del actual sistema de jubilación.
Sarkozy ha amenazado que no retirará su proyecto de ley, pero son muchos los analistas que dudan que persista en ello, si las manifestaciones programadas tienen el éxito de las anteriores.
Gobierno y sindicatos se han enzarzado en una guerra de cifras -habitual en estos casos-, por el número de asistentes a la manifestación del pasado jueves. Los sindicatos afirman que ese día se manifestaron más de tres millones de personas, mientras el gobierno dice que no pasó del millón, según datos de la policía.
Lo que si es cierto, es que más del 70 por ciento de los ciudadanos franceses se oponen a la mayoría de los puntos de la reforma del actual sistema de jubilación.
El gobierno francés trata de justificar esta reforma en el aumento de la esperanza de vida y en el déficit del sistema de jubilación que la crisis financiera triplicó en 2010 a 32.000 millones de euros, según recoge Radio Francia Internacional (RFI). La reforma contempla también el aumento de los años de cotización, que en la actualidad es de 41,5 a 43.
El presidente Nicolas Sarkozy confía en que la reforma será adoptada a fines de octubre, y entonces «empezará a preparar la última etapa» de su mandato de cara a la elección presidencial de 2012, arrancando con una remodelación de gabinete del que podría salir el ministro Fillon, indicaba el viernes el diario Le Monde, según informa RFI.
En cualquier caso, lo sindicatos franceses se han adelantado a la reforma propuesta, con el objetivo de pararla, a diferencia de los españoles -concretamente UGT y CC. OO., ya que las organizaciones sindicales minoritarias se han visto obligados a un seguidismo inútil e ineficaz-, que se manifiestan una vez que la Reforma Laboral ha sido aprobada por el Congreso de los Diputados.
N. de la R.
La fotografía de portada es propiedad de RFI.