Sin Acritud…
Manuel Funes Robert (26/10/2010)manuel-funes-robert-1
«Todo Poder llega hasta donde le detienen (…) el poder, uno y lejano se siente menos»
(Reflexión de Juan Bodino, más tarde corroborada por Montesquieu)

La frase es aplicable al mundo de hoy y en particular a la ebullición y avance de nuestras autonomías, en las cuales los independentistas no buscan tanto la independencia de sus regiones como la dependencia de esas regiones de ellos. Analizando las políticas de los partidos nacionalistas en los últimos treinta año comprenderemos que la independencia les dejaría sin aire, sin excusas y en definitiva, sin su modus vivendi. No la buscan, buscan acumular poder en detrimento del poder central, lo que a lo largo de la Historia, ocasionó no pocos conflictos, pues «el poder, uno y lejano se siente menos».

Pero en los siglos anteriores, la idea democrática, a partir de la clasificación clásica de Aristóteles y cuyo centro es siempre el control del poder, se ejercía a través del absolutismo regio, porque el estado llano, prefería depender de un rey único y lejano a depender de los nobles desde los castillos y cerca de sus casas. Llegamos entonces a esta conclusión política. La democracia se refugiaba en el absolutismo real, pues éste frenaba al poderoso o los poderosos nobles que tenían cerca de si.

Finalmente, la segunda parte de la frase de Bodino, el poder, lo estamos viendo actualmente donde los equivalentes  a  los nobles medievales, los nacionalistas, no dejan de exigir más poder cada día.

Creemos que el ideal democrático solo aparece y se formula el cuatro de agosto de 1789, el «más bello día de la Revolución» según Mirabeau cuando la Asamblea Francesa anula todos los privilegios feudales. Pero la Historia demuestra que el ideal democrático estaba latente en el absolutismo regio.