documento-de-la-onu-que-senala-a-espana-como-potencia-aduministradora-del-sahara-occidental-la-onu-es-de-marzo-de-2010España/Sáhara Occidental
Ana Camacho (18/11/2010)
La ministra Trinidad Jiménez ha mentido de forma flagrante, descarada y vergonzosa. Me refiero naturalmente a lo que ha dicho en el Senado de que «España no tiene responsabilidades en el Sáhara». Es gravísimo porque, una vez más, la política africana pone al descubierto la catadura de nuestros políticos de izquierda y derecha. Porque así como Rajoy y el PP pueden escudarse en la ignorancia y el engaño propiciado en su sector por muchos de los veteranos y padres del partido que fueron cómplices del gran timo de los acuerdos de Madrid y la Marcha Verde, el PSOE, en cambio, no tienen excusa ni coartada posible: hay demasiadas pruebas evidentes de que siempre lo supo y lo tuvo muy claro que España sigue siendo la potencia administradora del Sáhara Occidental.

Para los que acaban de llegar al tema del Sáhara Occidental arrastrados por el horror de la máquina del genocidio que Marruecos no ha hecho más que poner en marcha en El Aaiún, hay que hacer un pequeño repaso de hemeroteca para que lo vean claro. No me refiero solamente a lo que tienen en la cabeza los veteranos en el seguimiento de este conflicto («activistas», los llaman en general) que es la famosa declaración Felipe González del 14 de noviembre de 1976, aniversario de los inexistentes acuerdos de Madrid (lo tenéis en You tube, pinchando aquí), cuando dijo en los campamentos de refugiados saharauis en el sureste de Argelia eso de que se comprometía con la historia en que su partido iba a acompañar al pueblo saharaui hasta «la victoria final».

Esa declaración es significativa para el caso puesto que Felipe González se declaró en contra de los acuerdos de Madrid que entonces toda la oposición democrática había pedido oficialmente fuesen anulados. Pero hay otras mucho más claras para ilustrar la mentira de Trinidad Jiménez en el tramo que ahora urge poner de relieve, el relativo al incumplimiento que comete España con sus obligaciones internacionales, violando la legalidad de las resoluciones de la ONU y el derecho internacional, con este tipo de mentiras.

Por poner sólo un ejemplo, volvamos al 8 de septiembre de 1977, cuando el Secretario General del PSOE, Felipe González y el entonces secretario General adjunto del Frente Polisario, Bachir Mustafá Sayed, hicieron público un comunicado en el que el PSOE dejaba muy claro que España, como potencia administradora, no podrá extinguir sus responsabilidades mientras el pueblo saharaui no haya obtenido el efectivo ejercicio de su autodeterminación e independencia.

En este documento la delegación del PSOE también prometía a los saharauis del Polisario «poner en marcha iniciativas políticas encaminadas a la obtención de la denuncia del acuerdo tripartito de Madrid que ambas partes condenan».

Se me ocurren un montón más de citas y comunicados (firmados por figuras que siguen jugando un importante papel en el partido como Luis Yánez Barnuevo, el ex secretario de la OTAN, Javier Solana, o el ahora eurodiputado Emilio Menéndez del Valle) actos públicos y convocatorias de manifestaciones en la que el PSOE lideró el movimiento para pedir el fin del timo de los acuerdos de Madrid… hasta que llegó al poder en 1982.

¿Será que el PSOE se equivocó entonces? ¿Es que pecó de ingenuidad e inexperiencia? Trinidad Jiménez no ha dicho nada parecido a un «mea culpa» y hay que sospechar que el llamamiento al silencio de la ministra González Sinde a sus amigos y compañeros del mundo del cine, más que una incitación a que desistan de meterse en «un tema delicado» que (dice ella) sólo los expertos pueden descifrar, sea una advertencia para que no les saquen los trapos sucios en las hemerotecas.

Trinidad Jiménez ha mentido en lo de que España no tiene responsabilidades pero la culpa no es del todo suya. No nos olvidemos, que no hace más que cumplir con las fatigas que corresponden al selecto y cada vez menor grupo de gladiadores de Zapatero que, en medio de la debacle política, siguen escalando puestos por llevar a rajatabla la consigna y lealtad del «Ave Cesar morituri te salutant» (Ave César, los que van a morir te saludan), tanto si es frente al díscolo Tomás Gómez como si es en la batalla con Mohamed VI.

Lo triste, es que desde la oposición nadie le conteste como se merece la ciega lealtas al César que ha convertido a Trini en ministra de Exteriores. En el debate del Senado, por ejemplo, he echado de menos que nadie le airease el documento de la ONU, actualizado a 12 de marzo de 2010 (busquen si no lo tienen en el recuadro de La Clave del Conflicto en la cabecera del blog, a la derecha) que se titula:

Información sobre los territorios no autónomos transmitida en virtud del inciso e del Artículo 73 de la Carta de las Naciones Unidas. Informe del Secretario General. (A/65/66). Lo suyo es que, con el papel en la mano, le hubiesen preguntado a la ministra cómo se guisa eso de que «España no tiene responsabilidades» con lo que dice ese documento de la ONU con el que ilustro este comentario.

De paso, el PP o cualquier otro partido también podría haberle pedido explicaciones sobre por qué las Naciones Unidas hacen constar en la parte inferior del último folio de este documento que España se lavó las manos del Sáhara, pese a lo cual, la organización sigue señalando a España como la autoridad administradora de hecho del territorio pendiente de descolonizar del Sáhara.

Espero que la omisión de los partidos sea porque todavía están demasiado despistados y no por lo que la ministra le pueda haber contado a Rajoy en esa conversación telefónica que ambos tuvieron ayer. Cabe la posibilidad de que ahí renovasen ese pacto que marcó la vuelta a los orígenes del PP, tras el giro de Aznar, a favor del expansiana-camachoonismo alauita. Puede que Trinidad Jiménez le haya susurrado al oído a Rajoy alguna razón de estado con trasfondo patriótico. Pero entonces, lo menos que podían hacer es encargarle a la ministra de Cultura una película que nos lo explique para que todos podamos ser patriotas sin desconfiar de esos consensos con los que PSOE y PP, a veces y a pesar de todo, se ponen de acuerdo (como en 2008) en política exterior para no hacer nada contra el status quo que permite a Mohamed seguir enriqueciéndose con los fosfatos de los saharauis y a Teodoro Obiang seguir robando a manos llenas en las cuentas del petróleo de Guinea Ecuatorial sin repartir con su pueblo ni siquiera las migajas (por cierto al cleptócrata se le pone feo el panorama con la justicia francesa).

Menos mal para el pueblo saharaui y los patriotas españoles de verdad que Javier Bardem, además de memoria, tiene talento y alas para volar sin tener que depender de las subvenciones de Zapatero al cine español.

N. de la R.
Este artículo se publica con la autorización de Ana Camacho
, periodista, activista intelectual y física, de los derechos humanos, que también se puede leer en su página de inernet, enarenasmovedizas.