Guatemala
A. G.  (10/7/2011)facundo-cabral
Varias organizaciones políticas y sindicales de Hispanoamérica han condenado el asesinato en Guatemala del cantautor argentino Facundo Cabral. Una de esas  organizaciones ha sido el MSICG (Movimiento Sindical, Indígena y Campesino Guatemalteco (MSICG).

Ayer, nada más conocer el asesinato de Cabral, el  Consejo Político del MSICG emitió un comunicado de prensa en el que, entre otras cosas, decía que el asesinato del cantautor  argentino era «un nuevo acto de violencia que prolonga el luto de las guatemaltecas y guatemaltecos por una sociedad en donde el valor de la vida humana parece haberse devaluado y en donde la paz, ese sueño al que tanto le cantó Facundo Cabral, parece también haberse esfumado».

Cabral fue asesinado ayer en  la capital de Guatemala, por un grupo de pistoleros, cuando se dirigía al aeropuerto internacional La Aurora en compañía de su representante. Cabral acababa de salir del hotel donde estaba alojado, y se encaminaba en automóvil hacia el mencionado aeropuerto.

Según fuentes oficiales, un grupo de sicarios le ametralló, sin que los guardaespaldas del empresario al que acompañaba pudieran hacer nada por repeler la agresión. Los sicarios emplearon fusiles de asalto, según un portavoz de la presidencia de Guatemala. En el ataque  resultó herido Henry Fariña, representante del cantautor y poeta argentino.

El comunicado del MSICG,  «lamenta este nuevo acto de violencia y expresa sus condolencias y solidaridad a la familia y amigos de Facundo Cabral, a nuestras hermanas y hermanos argentinos, a todo el mundo de la cultura y se suma al repudio de este acto dirigido e irracional que segó la vida a un hermano». Asimismo, el MSICG pide «al Estado Guatemalteco una investigación pronta, efectiva y responsable que permita individualizar a los autores materiales e intelectuales de este nuevo salvajismo, someterlos a un proceso imparcial en donde con todas las garantías procesales y sin incurrir en un litigio mediático, se les juzgue y condene».

Poeta, cantautor, espiritualista y anarquista
Cabral
nació, como solía decir, en la calle. Su padre abandonó a su madre un día antes de que él naciera. Y su abuelo expulsó a toda la familia de su casa. A los 9 años, Cabral se escapó del domicilio materno y estuvo desaparecido durante cuatro años. Lo hizo para conocer en persona al residente argentino  Juan Domingo Perón, pues quería acogerse a su oferta de dar trabajo a los pobres. Tras varias peripecias -burló la guardia presidencial- logro entrevistarse con Perón y su esposa, Eva Duarte de Perón.

En unas declaraciones, allá por años 90, Cabal dijo que recordaba como «Evita, dirigiéndose a Perón, le comentó: por fin alguien que pide trabajo y no limosna».

Una infancia dura le convierte en un ser violento. Muy joven se refugia en el alcohol. Su carácter violento, por entonces, le lleva al reformatorio y a diversas cárceles, hasta que un secretario de juzgado y un sacerdote -en distintas etapas-, le dan a conocer  la literatura y le conciencian del respeto a las personas.

En otra ocasión, Cabral comentó que un vagabundo le recitó de memoria el Sermón de la Montaña, y que eso le conmovió de tal forma que contribuyó definitivamente a cambiar su idea de la existencia de los seres humanos.

Tras varias peripecias, en 1970, graba ´No soy de aquí, ni soy de allá», con la que se dio a conocer el mundo. Su crítica social la basa en su profunda espiritualidad. Aunque nunca, que sepamos, militó en ninguna sigla política y sindical, se le puede considerar como un anarquista moderno.

Su canción protesta le obligó a tener que abandonar Argentina en 1976 y refugiarse en México. En 1984 regresó, ya como cantautor consagrado,  a su patria donde ofreció multitudinarios reciales.

Cabral definió así su vida. «Fui mudo hasta los 9 año, analfabeto hasta los 14, enviudó trágicamente a los 40 y conoció a su padre a los 46. El más pagano de los predicadores cumple 70 años y repasa su vida desde la habitación de hotel que eligió como última morada». A los 74 años era prácticamente un invidente físico, pero no espiritual.

La UNICEF lo declaró «mensajero de la Paz» y fue propuesto para el Premio Nobel de la Paz, pero ya sabemos que lo suelen conceder a Arafat, Kissinger y Obama