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espacioseuropeos.com (31/3/2012)

De izquierda a derecha: Elsa González, presidenta de la FAPE; Javier Espinosa y Ana Guarinos, presidenta de la Diputación de Guadalajara
De izquierda a derecha: Elsa González, presidenta de la FAPE; Javier Espinosa y Ana Guarinos, presidenta de la Diputación de Guadalajara

El corresponsal de ´El Mundo´ en Oriente Medio, Javier Espinosa, recogió ayer en Guadalajara el Premio Internacional de Periodismo «Manu Leguineche»,  otorgado por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y la Diputación Provincial alcarreña con el fin de promover el periodismo libre e independiente.

En un acto en el que, pese a su ausencia,  estuvo permanentemente presente el veterano maestro de periodistas, el galardonado aseguró que, hace años, «tras ver en la televisión una crónica de Manu, escuchar los tiros de fondo, percibir el ambiente… Yo quería ser como él». Sin embargo, a pesar de que ambos han dedicado buena parte de su carrera a cubrir conflictos bélicos, «no coincidimos mucho, sólo en la primera Guerra del Golfo donde yo procuraba sentarme a su lado a escuchar sus anécdotas siempre que podía».

Javier Espinosa, que momentos antes de recibir su premio visitó, junto a las presidentas de la FAPE y la Diputación de Guadalajara, a Leguineche en su casa de Brihuega,  defendió en su intervención «el tipo de periodismo que ha hecho Manu, que sigue siendo un referente en estos tiempos en que se ha confundido periodismo y comunicación. Yo soy un forofo de Twitter y Facebook, pero eso no es periodismo. Periodismo es lo que hacía Manu, ir al lugar del conflicto y contarlo. Las historias que él narraba no se cuentan en 140 caracteres».

Espinosa añadió que el periodista debe asumir que no es el centro del mundo o de la noticia. «De esta crisis sacaremos una parte positiva: los periodistas nos daremos cuenta de que parte de la culpa fue nuestra. Nos creímos, en nuestra arrogancia, ser el cuarto poder y no somos nadie, sólo meros transmisores. No somos showman, como algunos se creen, sino meros correos».

Por su parte, la presidenta de la FAPE, Elsa González, reconoció en su intervención  que «Javier Espinosa realiza esa labor de los corresponsales que resulta vital  en la sociedad actual, en cualquier punto de la geografía. En un gesto que le honra, cuando le llamé al abandonar Siria, tras la muerte de la reportera Marie Colvin, evitó hablar de él para reconocer la labor de los periodistas locales, quienes, en situación de claro peligro, permanecen en la zona».

«Periodistas y medios ayudamos a interpretar el mundo y a hacerlo más justo. Las crónicas de Javier Espinosa constituyen una gran muestra», afirmó González quien añadió que «el periodista es más necesario que nunca para asegurar la libertad y la democracia. Sólo una actuación periodística puede vigilar el poder».

Por último, la presidenta de la Diputación Provincial de Guadalajara, Ana Guarinos, tuvo un recuerdo para Manu Leguineche, de quien aseguró que representa «el periodismo de Excelencia», para recordar también que «Espinosa es un ejemplo de los principios y valores que hay que mantener no sólo en el periodismo sino en la vida».

El Premio Internacional de Periodismo «Manu Leguineche» creado en honor del periodista vasco asentado en Brihuega (Guadalajara) y dotado con 20.000 euros, nació  bajo el patrocinio y organización de la FAPE y la Diputación arriácense y cuenta también con la colaboración de la Asociación de Periodistas Europeos (APE), la Federación Internacional de Periodistas (IFJ, por sus siglas en inglés) y de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM).

Espinosa se ha hecho merecedor de la segunda edición de este galardón, tras lograr la unanimidad de un jurado que tuvo que decidir entre un total de doce candidaturas, el febrero pasado.  Presidido por Ana Guarinos, e integrado por periodistas de reputada trayectoria (Mariano Guindal, Diego Carcedo, Marisa Ciriza, Francisco Audije, Lucía Martínez Odriozola, Nemesio Rodríguez  y Carlos Sanz, estos últimos vicepresidente y secretario general de la FAPE, respectivamente), el jurado valoró «la trayectoria profesional de Javier Espinosa,  volcada en viajar a cualquier parte del mundo para contar los conflictos de una manera comprometida con el sufrimiento humano», al tiempo que apreció «la independencia, el rigor y el respeto a la verdad» presentes en sus crónicas, textos donde trata siempre de reflejar el lado humano de las historias, en un estilo concordante con los valores periodísticos de Manu Leguineche«.