España
espacioseuropeos (28/5/2014)
Los dos “aparatos” de los partidos que llevaron al abismo a sus organizaciones silban y miran al cielo frente a la revuelta interna que viene de las provincias. El presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy, fiel a su estilo, se ha fumado un puro, pide tiempo como siempre y desafía a sus deprimidas huestes periféricas con su habitual hieratismo. La “cúpula” socialista, también devota de su carácter, comienza a agitar su gallinero para que todo siga igual con los antiguos “gallos” de siempre. Pero el 25-M le ha dado la vuelta a España como un calcetín: solo 2 ciudadanos de cada 10 apoyan a la “mafia” PP-PSOE y además están en desbandada. Por el contrario, los nuevos partidos y las asociaciones cívicas independientes se están organizando.
Si los socialistas andan revueltos, no menos turbias bajan las aguas de la calle Génova (PP). La periodista Yolanda González (Infolibre) asegura que Esperanza Aguirre “apunta a Rajoy como responsable de los resultados del 25-M” y ha exigido cambios “internos y externos” en la acción del PP. También la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha reconocido que el PP ha registrado una “pérdida tremenda de votos” en las elecciones europeas que requiere una “reflexión muy seria“. Preguntada por si habrá algún cambio de ruta para 2015, ha recalcado: “En el momento más difícil, como es ahora, no voy a salir. No me tengo por una ratita política. Voy en el barco hasta que se hunda y el barco no se va a hundir”.
Barberá ha admitido que a los conservadores no les gustan los datos obtenidos. Además, ha apuntado que “hay una evidencia que no hay que tapar, ni disfrazar, ni esconder. No hay mayoría absoluta, como había, no nos engañemos”, ha señalado en un día en que otro dirigente valenciano del PP, el consejero Rafael Blasco, ha sido condenado a 8 años de prisión y 20 de inhabilitación junto a su equipo de 7 colaboradores, la mayor parte de ellos simpatizantes del PP, por el robo de 1,6 millones de euros en fondos de ayuda al desarrollo.
Sin embargo, a pesar de estas alarmas, el periodista J. A. Vara (Voz Populi), detecta en la cúpula del PP una especial “complacencia general amparada en los malos resultados y la deriva del PSOE. Tampoco los ‘barones’ se mostraron muy preocupados con la palabra emergida desde las urnas”. Los números, sin embargo, cantan, y los críticos ya los han echado: “Alberto Fabra (Comunidad Valenciana) no lograría los apoyos suficientes para renovar su mandato. Por encima de la media aparecen Dolores Cospedal en Castilla-La Mancha, pese a los drásticos recortes que tuvo que afrontar, Alberto Núñez Feijóo (Galicia), que pierde escaños pero aguanta el temporal o Juan Vicente Herrera, en Castilla y León, que mantiene firme el timón de su liderazgo. Luisa Fernanda Rudi arrebata en Aragón el triunfo obtenido por los socialistas en las últimas europeas. Cataluña y País Vasco son las dos comunidades donde el PP sufre un revés más sonoro, lo que mueve a pensar en que habrán de buscarse políticas o rostros alternativos a los actuales“.
“En este sentido ayer mismo, tanto los presidentes de Madrid (Ignacio González) como de Valencia (Alberto Fabra), amén de Esperanza Aguirre, se mostraron partidarios de imprimir cambios en la estrategia de su formación”. Cospedal, sin embargo, no ha podido rentabilizar la paupérrima salvación de sus muebles manchegos porque el juez Ismael Moreno ha abierto diligencias a su marido, Ignacio López del Hierro. La Audiencia ve “indicios de delito” en sus cobros de Liberbank al apreciar indicios de “infracción penal” en el contrato que la entidad bancaria firmó con el marido de la secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha: le paga casi 7.000 euros mensuales a cambio de un supuesto “asesoramiento verbal”. El magistrado, de esta forma, enmienda la plana a la Fiscalía, que en febrero archivó la investigación abierta tras la denuncia presentada por un consejero de Caja Cantabria, integrada en Liberbank junto a Cajastur, Caja Extremadura y Caja Castilla-La Mancha. La quiebra de esta última, a manos de PP y PSOE, la pagaron todos los ciudadanos sin que se pidieran responsabilidades penales a sus gestores, que se hicieron millonarios.
Por eso Cospedal no está para tirar cohetes y el periodista Vara hace recuento del desastre: “El PP andaluz no ha dado la talla en las europeas. El PSOE le vapuleó con una ventaja de 250.000 votos y 10 puntos. Juan Manuel Moreno acaba de llegar pero Mariano Rajoy confiaba en un resultado más airoso. Ha sido el gran chasco del 25-M. Ni Ignacio González ni Ana Botella han logrado el respaldo del 30% de los votos, en unas plazas que se mueven habitualmente en torno al 50%”. Otros dirigentes de Génova 13 quieren que también rueden cabezas de asesores como Pedro Arriola, el “sociólogo” de cabecera de Aznar y Rajoy:
“Veteranos militantes y dirigentes del PP consideran que el trabajo de Arriola ejerce ahora un efecto negativo sobre el presidente del Gobierno a la hora de tomar decisiones. Algunos incluso han reclamado su cese, siempre en privado ya que Arriola, casado con la diputada Celia Villalobos, pasa por ser un hombre de enorme proximidad a Rajoy. El propio asesor ha mencionado que se plantea dejar de trabajar para el PP y que incluso no estaría ya para las próximas elecciones autonómicas y municipales de la próxima primavera. Mariano Rajoy no dice nada al respecto. Sobre este asunto, jamás habla en público. Este martes confirmó desde Bruselas que no piensa hacer cambios en su Gobierno, luego de evitar cualquier tipo de autocrítica sobre el resultado de las elecciones. Si cuenta o no con Arriola para el futuro, es un secreto absoluto”.
Es lo que S. McCoy (El Confidencial), desde el espectro conservador, resume desazonado con estas palabras: “Las papeletas que han ido a estos neoparlamentarios con coleta y camisetas reivindicativas no volverán al redil de los grandes, al menos, en el medio plazo. Sus imposibles promesas no han pasado por el yugo de la experiencia. Su virginidad en tareas de gobierno facilitará su mitificación, salvo disensión interna. Y no se van a dar en nuestro país las circunstancias económicas y sociales para que se recupere la confianza en personajes que a día de hoy provocan indignación, grima y hasta arcadas en quienes les eligieron en el pasado y les comienzan a dar masivamente la espalda. O se empieza a mirar hacia arriba, y para eso hacen falta estadistas, o la mediocridad de los elegidos nos llevará a un hoyo de difícil salida. Hora de exigirlo”.
Fuente: Espía en el Congreso.