EL AMOR DE PENNY ROBINSON

España
José Luis Heras Celemín (12/3/2018)
“Por razones que no vienen al caso”. Así comienza el libro EL AMOR DE PENNY ROBINSON, de Alonso Guerrero, primer marido de la reina. Penny Robinson, el personaje de la película dirigida por Stephen Hopkins “Protagonistas en el espacio”, ha sido elegido para titular un libro. “Querían saberlo todo de él porque querían saber todo de ella” se advierte en la portada. Y dentro, como saludo, la frase de Eric Ambler: “Sólo un idiota cree que puede escribir la verdad sobre sí mismo”.

Por razones que no vienen al caso, como en el libro de Guerrero, el sábado por la tarde estuve en El Corte Inglés, Centro Comercial Castellana, del Paseo de la Castellana de Madrid, Sección Librería y mostrador de Novedades. Allí, pregunté a la dependienta:

– ¿Ha salido el libro del primer marido de la reina?

– Se pone a la venta pasado mañana, el lunes 12.- contestó.

Detrás de mí, una señora murmuró “Es el leticio” y señaló al señor que iba con ella, acaso su marido, un montón de libros. Entonces me di cuenta y, a pesar de la distancia, leí: Alonso Guerrero. El amor de Penny Robinson. Querían saberlo todo de él porque querían saber todo de ella. Cogí un ejemplar, lo abrí y leí lo que parecía un introito a modo de saludo y advertencia “Sólo un idiota cree que puede escribir la verdad sobre sí mismo. ERIC AMBLER”. En esa situación, pedí el libro, la dependienta hubo de hacer una consulta para venderlo en sábado, metió el ejemplar en una bolsa, me lo entregó con el Documento de Venta 13Y0189XA…DK; y me cobró 12,95 euros.

Al llegar a casa, hay partido de fútbol en la tele. El delantero Suárez, del Barça, pega un cabezazo y gol al Club de Fútbol Málaga. Sin Messi en el campo, el interés del partido era inferior al de un libro en el que, por puro morbo y algo más, todo llama a leerlo: Título, situación de autor por su matrimonio pasado con la reina; y, lo más llamativo, la disposición de quien comienza admitiendo que sólo un idiota cree que puede escribir la verdad sobre sí mismo. Por eso, lectura rápida de las 206 páginas; repaso del libro en cuanto a composición y estructura, claves, símiles y referencias, análisis de personajes, trama, ambientes duales.

Y unas impresiones para transmitir a los amigos sin ánimo de reventar el libro o chafar el placer por su lectura: Novela con una base morbosa aprovechada. Literariamente aceptable (hay algunas palabras que precisan diccionario). Usa y pone de relieve algunas claves que sugieren varias lecturas. Cada clave puede tener un motivo y un porqué que van a dar pie a buscarlos, a sacar conclusiones y a compartirlas con amigos y conocidos. La concepción del libro, aprovechando al máximo el interés de lo que puede contar o insinuar, es una auténtica obra arquitectónica con las cuadernas vitales y humanas de siempre (vidas, pasiones, frustraciones, afanes y ansias) y otras no comunes (aceptación o rechace de protagonismo, autojustificación, crítica social y a la voracidad de la prensa). Empatía, fruto de tristeza buscada y quejumbrosa. Personajes arquetípicos, fáciles de identificar. Ambientes conocidos, algunos manidos. Dinámica lineal muy rápida que juega entre el desarraigo social y la familiaridad rural. Se va a vender bien entre los republicanos; y, también, entre los monárquicos.

Como final, ¡ay el final! Puede que como clave penúltima, concesión o pacto, algo que parece alejar el foco de la reina de España y que sugiere un recordatorio: No olvidar a la fallecida Lady Diana, q.e.p.d.

Cierre del libro, vista a solapas y contraportada, repaso de fotos y lectura de la última frase de la novela que es, sin duda y de las escritas, la clave principal del libro:

-¿No es este tipo el exmarido de la princesa?