Guinea Ecuatorial
Abaha (22/11/2020)
Militares guineanos vigilan fuertemente las fronteras con Camerún, lo que demuestra el temor, el miedo, que tiene la dictadura a que “mercenarios” penetren en el país con intenciones de acabar con su régimen. El calificativo de mercenarios lo otorga Obiang a los opositores más radicales –radical viene de raíz, no lo olvidemos-, a aquellos que tienen las ideas más claras sobre cómo implantar la democracia en Guinea Ecuatorial.
Esos opositores, lo que está haciendo es “moverse” entre las instituciones europeas y estadounidenses para poner fin a un poder tiránico y despótico que lleva más de cuatro décadas atormentando a su pueblo.
La presencia de militares en las zonas fronterizas está creando problemas de todo tipo entre la población, debido a ciertos abusos de los uniformados. Algo queo es de ahora, pues es la tónica habitual de la mayoría de los miembros de las fuerzas armadas, policía, gendarmería y, sobre todo, la Seguridad.
El pasado 10 de este mes, el secretario del PDGE (Partido Democrático de Guinea Ecuatorial), Jerónimo-Osa Osa Ecoro, convocó a los Presidentes Titulares de Consejos Distritales y Municipales, así como a Presidentes y Vicepresidentes del PDGE de todo el territorio nacional para que se “concentren en la sede de la oficina nacional de nuestro Gran Movimiento de Masas en Malabo II”.
La convocatoria era para que el pasado día 12, a las 10 horas, los convocados se hiciesen las pruebas PCR para detectar a posibles infectados o asintomáticos del virus del coronavirus. Teodoro Obiang Nguema no quería contagios entre los suyos, los necesita a todos en perfecto estado de alerta por lo que pueda venir. Y, también, porque no quería contagiarse.
La asistencia a una importante reunión que iba a presidir el “hermano Militante Obiang Nguema” así lo exigía. Y así, el día 13 se produjo la urgente e importante reunión –la primera de este año- entre todos los miembros de la estructura de su partido político.
Las fuentes oficiales dan testimonio de que el principal objetivo de ese encuentro era “felicitar a todos los presentes tras las últimas resoluciones con sus nombramientos, por la confianza que el partido ha depositado en ellos, así como por la activa labor que estas estructuras periféricas vienen desempeñando en el seno del PDGE, en favor de la militancia de sus respectivas circunscripciones”. Ni más ni menos.
Como es habitual, el dictador apeló –más bien exigió- a los asistentes a que sigan “trabajando en un espíritu de solidaridad y de cohesión para continuar afrontando los futuros retos del PDGE, manteniendo siempre la paz como premisa indispensable para la consecución de los loables objetivos del desarrollo de Guinea Ecuatorial”.
Peligros externos, ataques de Occidente, la pandemia y la crisis económica, fueron parte de los argumentos que les expuso el presidente-dictador a los asistentes a ese cónclave. Pero el objetivo principal era transmitirles la “alerta” de que estuvieran en vigilia permanente pues su vida podría peligrar si el país cayera en manos de la oposición. Ese era el verdadero mensaje, siempre es el mismo.
Tratando de animar a los pedegistas, Obiang les lanzó el mensaje de que él y su gobierno están luchando contra la corrupción existente. Y animó a todos a que apoyaran la lucha que el gobierno mantiene, “involucrándose en las acciones de denuncia para combatir esta lacra en nuestro país”.
A la mente de algunos de los asistentes acudieron imágenes del vicepresidente Teodoro Nguema Obiang, Teodorín, en sus mansiones de lujo, surcando los mares en sus yates o en sus innumerables automóviles de alta gama. ¿De dónde saca el dinero para tanto lujo?
Similar lujo han adquirido casi todos los miembros de la familia Obiang, sin excluir a políticos y militares, igualmente del entorno familiar.
La referencia oficial de esa reunión, menciona que Teodoro Obiang Nguema “impartió orientaciones a los reunidos sobre las nociones de democracia, buena gobernabilidad, derechos humanos y transparencia que exigen los países occidentales a los países africanos, y sobre las condiciones que imponen las instituciones financieras internacionales a nuestro continente; imposiciones -recordó- en las cuales nunca se tiene en cuenta las características propias de nuestros estados, ni tampoco la cultura, ni la propia historia de nuestros países, que estuvieron sometidos durante siglos al yugo colonial y a la explotación despiadada de sus recursos”.
Es un auténtico insulto a la inteligencia decir que Obiang impartió orientaciones sobre “democracia, buena gobernabilidad, derechos humanos y transparencia”. Y para tratar de mostrar que se hace algo por evitar la sangrante e impune corrupción, su primogénito Teodorín ha ordenado una auditoría en SEGESA, tratando de “localizar” una presunta corrupción.
Tremenda decepción la que hemos tenido al comprobar la insolidaridad que han mostrado casi todos los partidos de la oposición al cumplirse, el día 15 de este mes, el primer año del secuestro en Sudán del Sur, de Martín Obiang Ondo Mbasogo, Bienvenido Ndong Ondo, Feliciano Efa Mangue y Julio Obama Mofuman. Ha habido dos excepciones, la Alianza Nacional de Restauración Democrática de Guinea Ecuatorial (ANRD) y el MLGEIIR. Este movimiento lanzó un comunicado el día 19, cuatro días más tarde de ese aniversario.
Sobre esos comportamientos ahondaremos en otra ocasión.
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