Sáhara Occidental
Espacios Europeos (15/2/2022)
Equipe Media publicó ayer una noticia, titulada Esperpénticas maniobras de Marruecos para blanquear el asunto Jaya, que nos ha parecido sumamente interesante, y no por el hecho en sí de lo que aconteció, “Esperpénticas maniobras”, sino por las causa que las motivaron. Marruecos está muy nervioso esperando que el Gobierno PSOE-Unidas Podemos, presidido por Pedro Sánchez, acepte la ocupación militar del Sáhara Occidental como de iure, pues de facto hace años que el PSOE lo hizo.

Marruecos cuenta con el apoyo de Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Israel y Arabia Saudí, poderosos aliados, pero de momento y de forma oficial, el gobierno español no ha hecho pública ninguna opción.

Marruecos no quiere que se visibilice la guerra que mantiene con el Frente Polisario, pero ahí está el conflicto; tampoco quiere que se conozca el expolio de los recursos naturales del Sáhara ocupado, pero ya no lo puede ocultar; otro tanto le sucede con la Justicia de la UE. Y, por supuesto, teme –igual que el gobierno PSOE-Unidas Podemos- que España sea escenario de masivas manifestaciones en apoyo del pueblo saharaui.

He aquí el texto de Equipe Media:

Esperpénticas maniobras de Marruecos para blanquear el asunto Jaya

En el día de hoy, las fuerzas de ocupación se retiraban de la casa de Sultana Jaya. Sultana, entusiasmada, llamó a familiares y amigos para que pudieran venir a visitarla. ¡Por fin! Se había acabado el bloqueo.

Falsa alarma, los policías que vigilaban la puerta se habían retirado momentáneamente porque llegaba un equipo del CNDH, Centro Nacional de Derechos Humanos marroquí (un organismo estatal) en una operación de maquillaje que Sultana no ha consentido. Ni siquiera les ha recibido, increpándoles desde la ventana, con dos banderas de la RASD: vosotros formáis parte de la ocupación ¿cómo puedo pretender que contéis la verdad?

Mientras tanto, las fuerzas de ocupación, algo retiradas de la casa, apalearon a tres personas que intentaron sin éxito acercarse a ver a Sultana y familia. Se trata de su sobrino, Chaikh El Hella Khaya, y de dos mujeres, Zainabou Babi y Rabab Khaya.

Después, a los diez minutos, las fuerzas que bloquean a Sultana volvieron, como siempre.

En la foto publicada por un periódico marroquí, se puede ver a la delegación del CNDH en la calle, sin ningún policía. Este periódico pretendía demostrar que Sultana no dice más que disparates. Burdo montaje.