Nguema Obiang Mangue entrega un cheque al Nzalang por sus victorias ante Mali, Sierra Leona y Argelia

Guinea Ecuatorial
Abaha (14/2/2022)
Lo del régimen dictatorial de Guinea Ecuatorial es inconcebible, se creen los reyes del Mambo, que pueden hacer y deshacer a su antojo, no respetan acuerdos y no aceptan reclamaciones. Y eso, lamentablemente, suele suceder cuando atracan a empresarios (guineanos, africanos y españoles), pero ¡quia!, la FIFA (Federación Internacional de Fútbol) es otra cosa. Ahí, el régimen guineano ha dado en hueso duro.

El pasado martes, la FIFA emitió un comunicado -publicado por el diario El Periódico de España- en el que  daba cuenta de la expulsión de Guinea Ecuatorial para participar en el Mundial de Fútbol del año 2026. ¿La causa?, pues lo de siempre, incumplir contratos y acuerdos. En este caso, no abonar los salarios pendientes (dos millones de euros), a los entrenadores españoles Miguel Ángel Pozanco y Esteban Becker. Los dos entrenadores habían dejado de percibir sus emolumentos desde el año 2017.

La Federación de Fútbol de Guinea Ecuatorial tiene hasta julio de 2023 para saldar esa deuda con los dos entrenadores españoles. No nos cabe la menor duda que el presidente-dictador, Teodoro Obiang Nguema, dará órdenes tajantes para que esa deuda se salde lo antes posible, pues de no hacerlo, la juventud guineana podría salir a la calle a protestar. ¡Con la Iglesia hemos topado!, se suele decir, y con el fútbol no se juega. Una cosa es que detengan ilegalmente a nuestros conciudadanos, que los encarcelen y torturen o que no paguen los sueldos a nuestras mayores, pero osar meterse con el fútbol, eso es otro cantar, ¡faltaría más! Eso es harina de otro costal.

¡Presidente, no nos podemos quedar sin entrenadores! ¡Págueles para que vuelvan a entrenar a los chicos!


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