Internacional
Espacios Europeos (6/4/2023)
El digital Palestina Libre informa que el Ejército de Israel irrumpió por segunda vez en 24 horas en la mezquita de Al Aqsa (Jerusalén), disparando balas de goma y lanzando granadas y gases lacrimógenos contra los fieles musulmanes que se encontraban en su interior.
A pesar de las críticas internacionales que hubo tras la primera irrupción en la mezquita, los militares israelíes no dudaron en asaltar de nuevo ese lugar de oración islámica. Estos asaltas se están llevando a cabo en el mes de Ramadán.
Según la misma fuente, “La Media Luna Roja Palestina en Jerusalén ha señalado que se encuentra trabajando en las inmediaciones del lugar y que ya ha recibido al menos a seis heridos, aunque se espera que el balance aumente a lo largo de la noche”.
La presidencia de la Autoridad Palestina ha hecho un comunicado en el que resalta que lo “que Israel está haciendo en términos de asaltar la sagrada Mezquita de Al Aqsa y atacar a los fieles es un golpe a los esfuerzos estadounidenses que han tratado, durante el último período, de crear un estado de calma y estabilidad en el mes de Ramadán”.
Asimismo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Jordania, “país que teóricamente custodia el lugar, ha afirmado que “los continuos ataques del Ejército israelí contra los fieles forman parte de los intentos de cambiar el ‘statu quo’ histórico en la mezquita sagrada de Al Aqsa (…) Israel tiene toda la responsabilidad por las graves consecuencias de la continua escalada, que exacerba la situación y amenaza con estallar la espiral de violencia”.
En el primer día del asalto a la mezquita, fueron detenidas por las fuerzas de ocupación de Israel más de 400 personas, entre ellas varios niños.
El pretexto que ha dado Israel, tratando de justificar esa agresión, es que el Ejército israelí se vio obligado a entrar en la mezquita tras presuntamente comprobar que “jóvenes enmascarados se atrincheraron dentro del edificio y lanzaron fuegos artificiales, garrotes y piedras, negándose a abandonar el recinto”.
Tras esas agresiones, miembros del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) lanzaron varios cohetes desde la Franja de Gaza “contra territorio israelí en respuesta al asalto a la mezquita y al ataque a los fieles por parte de las fuerzas de ocupación”.
Hay que reseñar, que una vez más colonos armados han estado al lado de las fuerzas israelíes, en la labor de represión. Uno de ellos realizó varios disparos contra los palestinos, hiriendo de bala a un joven de 13 años, informa el mismo medio.
Un joven médico, Muhammad Al-Osaibi, palestino fue asesinado –informa Palestina Libre– por las tropas israelíes de ocupación dentro de la mezquita de Al-Aqsa, mientras defendía a una niña “que estaba siendo salvajemente agredida por los militares israelíes de ocupación. Le dispararon desde corta distancia sin motivo alguno. En Israel, este tipo de crímenes y la política del “gatillo fácil” y disparar a matar, no tiene castigo alguno cuando se trata de asesinar a palestinos”, comenta el mismo digital.
La familia del joven médico asesinado, ha exigido “que se muestren las grabaciones de las cámaras de vigilancia en el lugar y que se lleve a cabo una investigación seria sobre el crimen, que confirme que su hijo fue sometido a una ejecución a sangre fría después de que le dispararan unas 20 balas”.
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