En apoyo de los presos políticos saharauis

Sáhara Occidental
Espacios Europeos (10/5/2024)
La aparente preocupación del Gobierno por el genocidio en Palestina no se refleja en hechos. Albares no defiende a la prensa a pesar de sus rimbombantes palabras, más bien lo contrario. Frente a las cacareadas intenciones de reconocer a un Estado Palestino, la RASD no merece las mismas expectativas, ni los congresistas merecen explicaciones.

La incoherencia de su actitud es el reflejo de la falsedad.

Mohamed Lamine Haddi, periodista preso golpeado duramente por la crueldad marroquí, se siente ya cerca de la muerte, pero Albares no intentará salvarle.

Carta al ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación

Asunto: falta coherencia

Excmo. Sr. ministro:
Flotilla de la Libertad ha regresado sin cumplir su misión: entregar 5.000 toneladas de ayuda humanitaria para los gazatíes. Participaban en ella 1.000 personas -500 europeas- que no ignoraban la suerte que corrió una flotilla anterior, en 2010, asaltada por Israel con un saldo de diez asesinados.

Israel ha maniobrado para que Guinea Bissau retirara su bandera a dos barcos de la flotilla e hiciera imposible partir hacia Gaza para desembarcar el cargamento. ¿Ha tenido la flotilla algún apoyo del Gobierno español, siquiera palabras de ánimo? ¿Le ha prestado su bandera?

España tiene una actitud desconcertante. Sánchez hace campaña en Europa para reconocer al estado palestino. ¿A cuál? ¿A Palestina? ¿O a unos territorios ocupados, separados entre sí, Gaza y Cisjordania, uno completamente destruido y el otro agujereado de asentamientos criminales?

Por otro lado, no hay sanciones ni denuncias para Israel por el genocidio gazatí, por los asesinatos para usurpar las tierras de Cisjordania, por los muertos españoles, por la ayuda española que no llega a su destino, por las infraestructuras costeadas por España y bombardeadas por Israel. Ni siquiera contempla algo tan simple como sumarse a la demanda interpuesta por Sudáfrica ante el Tribunal Internacional de Justicia para evitar el genocidio en Gaza. Tampoco tomará medidas contra empresas españolas que participen en la colonización ilegal en los territorios ocupados.

España quiere jugar a dos bandas y caerle bien a todos. Pero hay que tomar partido: o por los genocidas o por las víctimas civiles. Evitar el genocidio de los palestinos exige contundencia.

Cada medida que no toma el Gobierno o cada plazo que se dilata para tomar decisiones que equivalen a una sentencia de muerte para miles de palestinos.

¿Y por qué reconocer al estado Palestino y no a la República Árabe Saharaui Democrática? Será que no le han dado la vara en el Congreso a nuestro presidente Sánchez a propósito de su postura sobre el Sahara, pero nuestro presidente ni se ha tomado la molestia de darse por enterado.

Eso es transparencia. No contesten. No den explicaciones. Escondan la cabeza y el problema dejará de existir.

Tampoco ha existido el espionaje marroquí con Pegasus a ministros y periodistas españoles, según el informe de Seguridad Nacional. Marruecos denunció ante los tribunales españoles al periodista Ignacio Cembrero por revelar el espionaje en su persona. Ahora, tras perder el pleito, Marruecos aprovecha esta dócil omisión, en su recurso de apelación contra el periodista. Vaya si le ha perjudicado al periodista este informe sesgado. Aunque a quien más perjudica es al prestigio del Gobierno.

Menos mal que Vd. mismo manifiesta que “su deber es proteger a los profesionales de la prensa”. Está claro que no cumple con su deber.

El 19 de enero de 2023, el Parlamento Europeo aprobó una resolución en la que se denunciaba la situación de periodistas marroquíes encarcelados por Marruecos, instando a este país a respetar la libertad de expresión y la libertad de los medios de comunicación, a celebrar juicios justos para los presos y proceder a su liberación provisional inmediata, además de otras medidas. También se aludía a que “numerosos periodistas, como Ignacio Cembrero, habían sido puestos bajo vigilancia digital y habían sufrido intimidación y acoso judicial”. El PSOE, partido en el Gobierno, votó en contra de esa resolución y de los demás partidos socialistas europeos, poniéndose en evidencia. Bonita manera de “proteger a los profesionales de la prensa”.

Pedro Sánchez, José Manuel Albares y Mohamed VI. Foto archivo. Foto archivo

Vd. no ha tenido una palabra de solidaridad con los 140 periodistas gazatíes asesinados por Israel, ni contra el veto de Israel a la prensa en la franja de Gaza, ni contra el cierre del canal Al Jazeera en Israel.

Guarda silencio sobre el periodista español Pablo González encarcelado en Polonia desde hace más de dos años, sin cargos, sin pruebas y sin juicio. Es un caso único en la Unión Europea, y España no parece estarse comprometiendo con este caso.

En un mundo en que tantos periodistas son objeto de amenazas y de muerte en todas partes, no se le oye romper una lanza por ellos, a pesar de que Vd. reconoce que ese es “su deber”.

A quienes Vd. no protege ni ha protegido nunca es a los periodistas presos políticos saharauis, encerrados por la arbitrariedad de una ocupación de la que España es responsable.

Ni protege a los periodistas ni protege a los demás presos políticos saharauis víctimas de Marruecos, olvidados del Gobierno español, que sufren un cautiverio injusto, cruel, indigno y humillante.

Mohamed Lamine Haddi, otro periodista a quien Vd. debe doble protección -por periodista y por saharaui-, quizá el preso más castigado, nunca atendido de sus graves dolencias, comenta desde su aislamiento, en los tres minutos semanales de comunicación telefónica con su familia, que “siente que poco a poco está saboreando la muerte”.

Tiene Vd. herramientas para evitar muertes. Utilícelas.

N. de la R:
Esta carta la firma Cristina Martínez Benítez de Lugo, participante en el Movimiento por los Presos Políticos Saharauis.

 


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