Sin Acritud…
Ángel Luis Martín (2/8/2024)
Hernán Cortés rehace su tropa, en Tlaxcala, cuya población indígena es aliada: mes de diciembre de 1520.
Recibe refuerzos y alimentos desde Cuba y toma la decisión de atacar Tenochtitlán, sede del poder azteca.
En la primavera de 1521 se inicia la ofensiva: el ejército consta de un número superior a los cien mil hombres y una flota de trece naves, encargada de cercar la ciudad que está edificada sobre un lago.
Las fuerzas españolas están formadas por 650 soldados de infantería, 194 mosqueteros, 84 jinetes, artillería y miles de guerreros indígenas, aliados.
Inutilizan el acueducto de agua de Chapultepec y neutralizan la entrada de alimentos.
Tras algunos ataques, que resultan infructuosos se toma la decisión de cerrar la calzada de Tepeyac, único enlace de la ciudad con la orilla del lago.
La estrategia a seguir será la del ataque mesurado pero constante: las casas son incendiadas.
La resistencia azteca, presa también de la epidemia de viruela, llevada por las tropas de Cortés, además del hambre, es vencida: la ciudad de los aztecas y principal foco de su civilización, pasa a manos de los españoles.
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