Cascos Azules

Internacional
Espacios Europeos (20/10/2024)
La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (FINUL), lleva soportando varios ataques del Ejército de Israel, que han causado varios heridos entre los cascos azules de la ONU, así como importantes daños en sus instalaciones.

Pero, inexplicablemente, no ha habido respuesta alguna, más que bajar al búnker a guarecerse. El portavoz de la misión de la ONU, Andrea Tenenti, al ser entrevistado por el programa de la televisión italiana «Che tempo che fa», que dirige Fabio Fazio, contestó que es «importante mantener nuestra presencia».

Sin embargo, la situación en el sur del Líbano no es nada tranquilizadora para los cascos azules. Por ejemplo, una posición de la ONU fue atacada por militares israelíes que no dudaron en emplear «una excavadora (israelí) que violó el perímetro de la base y demolió una torreta», a lo que Tenenti dijo que esos ataques “deben ser condenados”.

No hay que olvidar que Israel ha pedido en más de una ocasión la retirada de las posiciones de la ONU –fuerzas de interposición- en el sur del Líbano, pero el mandato del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas es que el contingente debe permanece en Líbano.

Con el mismo leguaje que la ministra de Defensa española, Margarita Robles, Tenenti manifestó que los soldados italianos –grupo mayoritario en la misión FINUL- «están bien, están muy motivados, están haciendo un trabajo increíble y aún pueden prestar asistencia”.

Algunos medios de comunicación españoles, han publicado que la “UE eleva su presión sobre Israel”, en clara referencia a los ataques a los soldados de la ONU. Y el Ministerio de AA EE de España urge a Israel que cese de inmediato esos ataques. Y ¿qué hace Israel?, pues seguir hostigando a los cascos azules. Más sumisión imposible.

Nosotros nos preguntamos para qué mantener esa presencia de los cascos azules, atrincherados en un bunker, sin poder llevar a cabo su verdadera misión, que no es otra que ejercer la función de intermediación. Pero visto lo visto, da la impresión que su verdadera misión ha sido la de controlar a hezbolá.

¡Qué los chicos regresen a casa!


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