
Palestina
Espacios Europeos (16/5/2025)
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina, UNRWA, nos relata lo que aconteció hace unos días, cuando el ejército israelí bombardeó dos veces una de nuestras escuelas en el e campamento de Al Bureij, Gaza. La primera a las 18:00, la segunda a las 22:20, cuando intentábamos ayudar a los heridos. En esa escuela había 2.000 personas que usaban ese centro como refugio.
En ese ataque murieron decenas de personas, entre ellas varios niños.
La información que recibimos afirma que “Israel está avanzando y arrebatando cada día terreno y derechos a una población exhausta. Este tipo de ataques y destrucción son parte de una estrategia para expandir el territorio que dominan en Gaza hasta conquistarla por completo”.
Desde hace más de 70 años –continúa la información-, “la misión de UNRWA radica en disponer de asistencia, protección y defensa a casi 6 millones de refugiados de Palestina, que representan a la tercera parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), en espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación”.
A los implacables ataques del ejército israelí se une el hambre que padece la población gazapí. Fuentes oficiales de la ONU confirman que la ayuda alimentaria que reciben los refugiados es insuficiente. A esa situación se une la saturación de los escasos servicios sanitarios.
Para agravar la situación, Israel lleva a cabo un bloqueo total en la zona, a la que no puede llegar ningún tipo de ayuda.
Abundancia de palabrería, muchas promesas vanas y escasez de decisión son las notas más llamativas de este desastre humanitario. Aparte de Israel, mano ejecutora de este genocidio, Estados Unidos es también culpable. Como lo es la Unión Europea con su habitual lenguaje buenista, mientras suministra de armas y municiones a Israel.

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