espacioseuropeos.com (1/6/2008)

La muerte de Roberto García-Calvo, magistrado del Tribunal Constitucional, ha dejado una estela de interrogantes que, en beneficio de la imagen del Estado y Gobierno, consideramos debe ser investigada de manera exhaustiva.

La revista «Época», en su edición de esta semana, desvela que el juez García Calvo fue víctima de un «montaje» del CNI con el fin de deteriorar su imagen. El reportaje de «Época», firmado por Azahara Mígel e Higinio Mosteiro, desvela el acoso y descrédito al que fue sometido «desde los servicios de inteligencia» del Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero el magistrado.

El juez Roberto García-Calvo, era sin duda alguna, un «escollo» en el Tribunal Constitucional para los planes del Gobierno. Su adscripción al sector conservador de la magistratura, le situaban en oposición a muchos de los asuntos que tenía que dilucidar el TC, entre ellos el Estatuto de Cataluña.

Pues bien, de acuerdo con el reportaje de «Época», el supuesto montaje del CNI tuvo lugar cuando una persona denunció al magistrado por haberle amenazado con una pistola tras un incidente de tráfico. A través de la investigación llevada a cabo por la revista, se demuestra que la acusación contra el magistrado Roberto García-Calvo está plagada de mentiras. Por ejemplo, que el denunciante no aportó su domicilio ni su verdadera profesión, sino que los cambió.

Para los periodistas que han investigado este asunto, el denunciante puede ser un «Charlie», o ‘chico de los recados’, en el argot del mundillo de los espías.

Curiosamente, días más tarde  (18 de mayo), el magistrado murió repentinamente en su domicilio particular. Desde varios sectores se ha pedido que con urgencia se abra una investigación para tratar de aclarar todo lo relacionado con ese «incidente», así como llevar a cabo una autopsia del cadáver del magistrado.