Mi Columna
eugenio Eugenio Pordomingo  (2/7/2009)
El íntimo amigo de José Bono, presidente del Congreso de los Diputados, y protegido de la Vicepresidenta Primera, María Teresa Fernández de la Vega, ha sido obligado a dimitir. Los numerosos escándalos -todo hay que decirlo- publicados por el diario «El Mundo», anunciaron el acoso y derribo de este hombre, Alberto Saiz, cuyo historial profesional no tenía nada que ver con los servicios secretos. De no ser por José Bono, nunca hubiera llegado a ese cargo, ¡director del CNI!

En un país serio, detrás de esta «dimisión» irían la de sus protectores: José Bono y María Teresa Fernández de la Vega. Pero aquí, ya se sabe…

Alberto Saiz ha justificado su decisión de dimitir afirmando que de continuar en el cargo podría acabar perjudicando la imagen del Gobierno de España, al «que ha servido lealmente». Hombre, al gobierno habrá servido lealmente, pero lo que es a los españoles, maldito los servicios que ha hecho.

Alberto Saiz ha sido sustituido en el cargo por el militar Félix Sanz Roldán, ex jefe del Estado Mayor de la Defensa. Sanz Roldán es  también un hombre cercano a Bono,  éste le nombró Jefe del Estado Mayor de la Defensa, cargo del que fue apeado en 2008, al ser cesado por la ministra de Defensa, Carma Chacón.

Con el nombramiento de Sanz Roldán, el CNI vuelve a su tradición de ser dirigido por un militar, exceptuando la etapa del diplomático Jorge Dezcállar, nombrado por José María Aznar, y después Alberto Saiz.

El 28 del mes pasado, en esta misma sección, Mi Columna, decía que los numerosos escándalos -no jose-bonotodos han salido a la luz- le han «venido que ni pintado a la ministra Carma Chacón«, que tras la comparecencia del ahora dimitido en la Comisión de Secretos Oficiales, dijo que iba a  pedir «información completa y reservada» para averiguar si eran ciertas las acusaciones contra el director del CNI publicadas  en el diario «El Mundo» y filtradas, gran parte de ellas, por agentes en activo del CNI.

Chacón se opuso en el mes de mayo a la continuidad de Alberto Saiz, pero las promesas de éste a Zapatero de que se podía acabar con ETA a corto plazo, así como el apoyo desmedido de la Vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, prevalecieron.

A las preguntas que entonces nos hicimos, acerca del por qué el CNI se ha visto obligado a abandonar el norte de Marruecos, y cómo no se responde a la expulsión de las «antenas» de Nador y Tetuán, entre otras, unimos ahora las de: ¿se va a marchar Alberto Saiz sin responder de todos los desaguisados provocados y sin pagar los gastos ocasionados por sus jornadas cinegéticas de caza y pesca?

Ahora, otros tendrán que tomar la decisión, quizás, de rescindir los contratos a familiares y amigos del ex director del CNI, incluyendo a la hija del juez encargado de autorizar determinadas acciones de los servicios secretos, entre otras las «escuchas telefónicas».

En la misma línea de «reconciliación», el nuevo director de la CASA debería acometer la reposición en sus puestos de algunos agentes que fueron, supuestamente, apartados del servicio por rencillas internas…

Y, ahora, a trabajar, que hay mucho que hacer…