Pedro Sánchez, la regla y la ruina de las pymes
España
Jesús Cacho (16/5/2022)
No lo sabíamos. El ser humano lleva siglos habitando sobre la superficie de la tierra y hasta que no apareció ella en nuestras vidas, hasta que ella no empezó a protagonizar algunos de sus despampanantes descorches desde la tribuna del Congreso de los Diputados, no sabíamos que la mitad, más o menos, del género humano suele sufrir todos los meses, más o menos, eso que en términos médicos se llama menstruación, período o regla (“evacuación periódica de sangre procedente del útero, en la mujer y algunos mamíferos hembras“, según define el término, en su acepción sexta, doña María Moliner en su glorioso diccionario), y que muchas de esas reglas pueden ser entre molestas y dolorosas, incluso muy dolorosas. Durante generaciones, las mujeres españolas, nuestras madres sin ir más lejos, se las apañaron como buenamente pudieron para soportar esa adversidad sin aspavientos, y ninguna dejó nunca de atender, en aquel país pobre de solemnidad que nos interpela a una distancia de apenas 50 años, a su familia; ninguna, en aquella España rural depauperada donde no había agua corriente, ni cuarto de baño, ni compresas, ni Cristo que lo fundó, ninguna, digo, dejó nunca de hacer camas, barrer suelos, preparar comidas para una prole numerosa, remendar calcetines, ir al río a lavar pañales a veces rompiendo el hielo de enero con el banco de madera… A pesar de la regla, ninguna dejó nunca de dar amor a los suyos.