Mi Columna
Eugenio  Pordomingo  (31/7/2011)
juan-manuel-rojasMe encuentro con Juan Manuel Rojas en el Parque del Oeste de Madrid, el mismo día que llegaban los ´indignados´ de la zona Noroeste de España para incorporarse en la Puerta del Sol con el resto de las columnas de ciudadanos que participan en la protesta del 15-M.  La bondad que transmite Juan  Manuel Rojas le hace acreedor del cariño, la amistad y la ayuda que le prestan vecinos, amigos y curiosos de su movimiento de protesta.   

Una gran pancarta, que sujeta con la ayuda de un ciudadano portugués, activista de su movimiento, destaca entre el resto de las que aluden al 15-M. Me acerco a él con cierta curiosidad, que me recibe con una amplia sonrisa. Sin rencor alguno, pero con decisión y claridad en su exposición, me cuenta sus peripecias por medio mundo, tratando de ayudar a los más necesitados. Pero, la cruda realidad muestra que la mayoría de las veces no ha recibido a cambio más que ingratitud, agresiones y el expolio de sus inversiones humanitarias, que sustenta casi de forma personal. 

La cruzada que mantiene ahora es contra el gobierno del estado de Haridwar en la India, al que acusa de agresiones, abuso de autoridad y robo, entre otras cosas. Nada de eso es desconocido para mí.

El 9 de mayo de este año, Juan  Manuel Rojas comenzó una huelga de hambre que duró treinta días, exactamente hasta el 8 de junio. A partir de ese día, con una debilidad evidente, comenzó una campaña de denuncia, mediática, contra el gobierno del estado de  Haridwar en la India. Desde el 15 del mes de junio, se le puede ver  de 11.00 a 14.00 horas, los días laborables, en la puerta de la sede de la embajada de la India en Madrid, cerca de la de Guinea Ecuatorial, portando una gran pancarta con el siguiente texto: ´INDIA ROBA´.

Actualmente -nos cuenta- «estoy preparando otra huelga de hambre, pero esta vez ´acamparé´ en la misma puerta de la sede diplomática de la India».

La ´Fundación Vegetariana P.R.P.´, tiene como objetivo acoger niños y jóvenes para enseñarles la técnica del futbol, además de ayudar económicamente a sus familias. Con esta meta  -nos dice-, «el 4 de noviembre de 1997,  con la ayuda de mis socios compramos en Haridwar una hectárea de terreno por 40.000 euros, amén de hacer también una gran inversión en las infraestructuras necesarias para llevar a cabo nuestra  labor humanitaria».

Juan Manuel, sexagenario, ex controlador aéreo, con una dilatada carrera dedicada a impartir la disciplina del balompié hizo el curso de entrenador de futbol junto con Vicente del Bosque-, inició con sus compañeros las obras de un polideportivo, mientras continuaban la formación de más de 250 niños, «teníamos más 1.200 solicitudes en espera. Muchos de nuestros protegidos llegaron a participar en la liga de Nueva Delhi», comenta con orgullo.

Pero, los terrenos que circundan los de la ONG que preside Rojas comenzaron a revalorizarse y no pocos constructores pusieron sus ojos en ellos con la idea de edificar y enriquecerse.  Las lujosas viviendas proyectadas desentonaban con la cercanía de «castas inferiores», a las que pertenecen los niños y jóvenes acogidos en la   ´Fundación Vegetariana PRP´, y comienza la desigual lucha por un terreno  «que es de nuestra propiedad y en el que llevábamos más de tres años», según Rojas.

El 13 de enero de 2007, sin previo aviso, ni mandamiento judicial alguno, «el magistrado de Haridwar, señor Sudansu, envió a varios sicarios para impedir la continuación de las obras de nuestra fundación, destruyendo varias infraestructuras y agrediéndome a mi, y  a mis socios y colaboradores».

Después de una largo tiempo de lucha para tratar de resolver el conflicto y seguir con su esforzada labor en uno de los países con más personas que viven bajo el umbral de la pobreza, Juan Manuel Rojas decidió dejar de alimentarse para «llamar la atención de las autoridades indias y españolas, e intentar que tomen cartas en el asunto».

Juan Manuel Rojas responsabiliza a las autoridades indias de las consecuencias a las que pudiera dar lugar su protesta y petición de justicia, aunque reconoce que las españolas han «escurrido el bulto». En concreto, cita al entonces embajador de España en Nueva Delhi, José Antonio Rodríguez del Coso, como funcionario que se inhibió de su denuncia. Algo, que por desgracia, suele ser muy habitual y que he sentido en mis carnes.

Vegetarianos CF de Malabo
Vegetarianos CF de Malabo

La aventura guineana
Allá por el año 2001,  nuestro  bondadoso, generoso y humanitario personaje, recala en Guinea Ecuatorial. La ex colonia española va a ser otra tumba para sus proyectos por sacar de la penuria a cientos o miles de niños y jóvenes: «Fundé un equipo de fútbol, que en la actualidad, a pesar de todo, es el tercero en la liga guineana», nos dice ufano.

«Yo soy presidente del VEGETARIANOS CF de Malabo; a la familia Ekang le compré una casa de dos pisos en el barrio Lampert, que teníamos previsto dedicar a obras sociales, clínica y guardería; asimismo, compramos algunos terrenos más», pero  Myrian Ekang -que fuera colaboradora suya en Malabo- ha empleado esas propiedades inmobiliarias para su uso y disfrute particular. «Creo -me dice Juan  Manuel Rojasque el edificio de dos plantas lo tiene alquilado a unos nigerianos para comercio, la planta baja, y para vivienda la de arriba».

En espacioseuropeos.com nos hemos comprometido a seguir la dura batalla de este «pequeño gran hombre» contra los poderosos de la India. Por supuesto, que la otra, la de Guinea Ecuatorial, no la vamos a apartar de nuestro visor.   Este hombre, Juan Manuel Rojas, al que parece que  «la única intención de la vida es servir al género humano», según frase del escritor ruso, León Tolstoi,  lo merece.