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Eugenio Pordomingo (26/5/2008)
El refranero español es amplio, ilustrado y cargado de mil y una anécdotas recogidas entre el pueblo llano. Es, además, uno de los más completos compendios de filosofía y saber popular que se conocen en el mundo. En pocas palabras sintetiza una situación con precisión; su gracejo, su oportunidad, su magnífica brevedad y su poder de ilustración, a decir de los autores especializados, son algunas de las características que lo definen.

Hay un refrán que a mi me parece extraordinario, pero que como en otros muchos casos, no se conoce su origen. El refrán es: «A buenas horas mangas verdes«. Su origen es el siguiente:

Según parece, en tiempo de la Santa Hermandad,  allá por el año 1476, existía un cuerpo que velaba por la seguridad de los ciudadanos. Vestían con un uniforme cuyas mangas eran verdes y se les conocía por el nombre de los «cuadrilleros».

La Santa Hermandad era un grupo de gente armada pagada por los concejos para perseguir, detener y juzgar a los malhechores. La Santa Hermandad fue instituida en las Cortes de Madrigal de 1476), unificando las distintas cuerpos o hermandades que habían existido desde el siglo XI en los reinos cristianos. Fue creada a propuesta de los procuradores burgaleses, para proteger el comercio y limpiar de delincuentes los caminos.

La ineficacia e incapacidad del cuerpo de «cuadrilleros» fue creciendo de tal manera que eso de «A buenas horas mangas verdes«, quedó como nuestra de su ineptitud. Pero la ineficacia de los «cuadrilleros» era más que notable. Casi nunca llegaban a tiempo para aprehender a los delincuentes.

Hace poco he leído una noticia que hace referencia a Guinea Ecuatorial.  El titular rezaba así: «El CPDS expresa su rechazo al resultado electoral (en Guinea Ecuatorial) y advierte de que apoyar a Obiang refuerza la dictadura».

Según la noticia, este «partido opositor ecuatoguineano Convergencia para la Democracia Social (CPDS) expresó hoy su rechazo de los resultados oficiales de las elecciones parlamentarias del pasado 4 de mayo, que dieron la victoria al gubernamental Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE) con el 99% de los votos y advirtió a los socios internacionales del presidente, Teodoro Obiang Nguema, de que su apoyo al régimen refuerza la dictadura y alienta el retorno al partido único en el país».

La noticia contempla también la crítica de ese partido, CPDS, afirmando que «las elecciones constituyen un paso atrás en el proceso político en curso en Guinea Ecuatorial y un insulto a la población de Guinea Ecuatorial y a la comunidad internacional».

La noticia es larga y reiterativa, y se refiere a que ese partido, CPDS, critica las elecciones habidas en Guinea Ecuatorial, calificándolas de «escasamente democráticas» e irregulares, además de que Obiang Nguema no ha cumplido con la promesa de apertura política que «año tras año está llevando a nuestro  país a situaciones extremas que no posibilitan la reconciliación nacional y sí, en cambio, exacerban los odios y las rivalidades de todo tipo, con el peligro de derivar en los desastres vividos en otros países africanos».

¿Acaso el CPDS no sabía todo eso? ¿Acaso el CPDS no ha contribuido a esta situación con la ayuda del Gobierno de España?

Por todo eso, creo que ante esta situación, sólo cabe decir: «¡A buenas horas mangas verdes!«.