El diario «El Mundo», publica hoy un demoledor editorial titulado «Bárcenas debe apartarse de las cuentas del PP», en el que, entre otras cosas, dice que «En su último acto, Garzón emitió ayer un auto en el que acusa al senador y actual tesorero del PP, Luis Bárcenas, y al eurodiputado Gerardo Galeote de haber cobrado cerca de dos millones de euros en sobornos».
El juez Baltasar Garzón acusa a Bárcenas -afirma el editorial de «El Mundo»– de «haber recibido más de 1,3 millones y a Galeote de haber percibido 652.000 euros y un coche de alta gama. Además, asegura que ambos estarían integrados en la organización liderada por Francisco Correa«.
«Por primera vez desde que se destapó el caso, Garzón describe de forma muy precisa y detallada los numerosos y variados indicios delictivos que existen contra estos dos altos cargos del PP», continúa el editorial.
Por otro lado, los informes de la Unidad de Delitos Económicos y Financieros señalan a Luis Bárcenas -comenta el diario- «como perceptor de dinero y regalos por parte de Correa cuando éste era un asiduo visitador de Génova, sede central del PP. Finalmente, el abultado patrimonio acumulado por el tesorero del PP en los últimos años y el tren de vida de que hacía gala -y que tantas sospechas levantaba incluso entre sus compañeros de partido- obligan, como mínimo, a tomarse muy en serio las acusaciones vertidas contra él y Galeote«.
El editorial critica a la dirección del PP al afirmar que «es muy posible que el PP se precipitara ayer al expresar su «más absoluto rechazo» al auto (…) No nos corresponde valorar si todos estos elementos son suficientes desde el punto de vista penal para abrir un procedimiento. Pero, a menos que el juez Garzón haya distorsionado radicalmente lo que consta en el sumario, es evidente que existen indicios suficientes para poner en tela de juicio, desde un punto de vista político, a Bárcenas y Galeote«.
El diario que dirige Pedro J. Ramírez alude a que lo «lógico sería que el propio Bárcenas dejara sus responsabilidades como tesorero, mientras la investigación no esté resuelta, para liberar al PP de un proceso que salpica a la imagen de honorabilidad de toda la organización. Pero si él no decide dar el paso, la dirección del partido debería apartarlo, en lugar de seguir cerrando filas».
Bárcenas lleva muchos años en el PP; llegó como gerente de la mano de Ángel Sanchís Perales, íntimo amigo de Manuel Fraga -algunos apuntan a que incluso eran socios-, y conoce bien la estructura financiera de Génova 13. Por eso, Mariano Rajoy no puede cesarlo alegremente, ni él va a dimitir, excepto si obtiene algún tipo de garantías.