Estados Unidos
Espacios Europeos.com (13/12/2009)
La capacidad de oratoria de Barack Obama no parece que le esté sirviendo de mucho al Presidente de Estados Unidos. Las encuestas entre sus ciudadanos confirman su creciente pérdida de popularidad que ni la concesión del Nobel de la Paz consigue amortiguar.
El pasado jueves Obama recibía en Oslo el Premio Nobel de la Paz, mientras en Nueva York, centenares de ciudadanos estadounidenses marchaban en contra de la concesión de
ese galardón a Obama. Las personas que se manifestaban llevaban imitaciones de ataúdes en su marcha desde el edificio de Naciones Unidas hasta la oficina de Reclutamiento del Ejército situada en Times Square.
La misma sensación se siente en Europa, y la respuesta ciudadana se asemeja. Así, en Noruega, miles de personas han protestado ese mismo jueves frente a la sede donde se llevaba a cabo la ceremonia de entrega del Nobel a Obama. Varios miles de personas se manifestaron en las calles de Oslo mientras el Presidente Obama aceptaba complacido el Premio Nobel de la Paz.
En su discurso de aceptación mencionó que era justo el empleo de la fuerza: «En ocasiones está justificado el uso de la fuerza», afirmó.
Entre tanto, en Oslo, Cindy Sheehan, activista estadounidense de la Paz, que se encontraba entre los manifestantes se preguntaba «¿cómo se atreve el Comité a otorgar el Nobel de la Paz a Obama y cómo se atreve él a aceptarlo? ¿Cómo se atreve el Comité a legitimar los crímenes de guerra y otros crímenes del régimen de Bush premiando a Obama por continuar con ellos?».
Un Premio Nobel «a cuenta» del aumento de efectivos en Afganistán y de seguir apoyando a dictadores como Obiang Nguema en Guinea Ecuatorial y a Mohamed VI en Marruecos.
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