J.M.G.T. (29/1/2010)
«Hemos perdido una empresa que ya no era nuestra. La habíamos vendido un mes antes», ha manifestado en relación con el cese de actividad de Air Comet, Gerardo Díaz Ferrán. Añadió que, pese a todo, él y su socio Gonzalo Pascual han seguido dando la cara.
El tema salió a relucir en el coloquio de cierre del desayuno informativo del Forum Europa, en el cual Díaz Ferrán disertaba como ponente sobre la coyuntura económica.
Hizo la presentación Claudio Boada, presidente del Círculo de Empresarios, quien resumió la trayectoria de Díaz Ferrán, desde su trabajo, a los 17 años, como cobrador en el autobús que tenía su padre, hasta máximas responsabilidades empresariales. Recordó que se le ha acusado, sucesivamente, de estar al servicio del Gobierno y de la oposición.
En su exposición inicial, Gerardo Díaz Ferrán apuntó la existencia de «algunos signos alentadores, como es que, a pesar del desplome del comercio mundial, la exportaciones españolas han disminuido a un ritmo muy inferior al de las importaciones».
Defendió la necesidad de reformas de calado, entre otras la del sector público español, en todas las Administraciones. Esperamos, dijo, «un giro en la política económica del Gobierno, que se aproxime a las tesis defendidas por CEOE».
«Las propuestas energéticas -precisó- no van en la dirección adecuada de asegurar un mix de generación, que garantice la viabilidad económica y medioambiental del sistema energético español». Puntualizaba también que no debe excluirse la energía nuclear.
Acceso al crédito
Estima necesario afrontar las dificultades de acceso al crédito que tienen las empresas españolas, y sobre todo por lo que respecta a las pymes.
Insistió, como aspecto básico, en la reforma del mercado laboral, demanda reiterada desde CEOE, como es bien sabido. Propugnó la fórmula de la «flexiseguridad», con protección social adecuada.
Expuso, finalmente, algunos datos sobre las dimensiones de CEOE: representa, con carácter voluntario, a 1.200.000 empresas con más de 12 millones de trabajadores. La crisis ya ha provocado un cierre masivo que afecta a más de 300.000 empresas y autónomos.
En el coloquio que siguió, una de las preguntas fue si está enrocado en la presidencia de CEOE, pese a su situación como empresario. «Presido la CEOE -respondió- porque mis iguales me apoyan y consideran que lo estoy haciendo bien. Sólo los empresarios que están en la CEOE pueden decidir si sigo o no. Yo me siento muy cómodo al frente de CEOE y no cobro nada por ello».
Representantes de las agencias internacionales de Prensa, Reuters y France Presse, inquirieron en torno a la repercusión sobre su imagen empresarial por la crisis de Air Comet. En su respuesta explicó que participa en muchas empresas y tiene un socio principal, con el cual ha llegado a contar con 20.000 trabajadores hasta que el Gobierno argentino les expropió Aerolíneas Argentinas. Todavía les restan 12.000 empleados.
Sobre su deuda con Caja Madrid afirmó que es la primera vez que ha visto que una entidad financiera filtra datos de sus relaciones con un cliente.
En todo momento, Gerardo Díaz Ferrán dio una sensación de tranquilidad y de dominio expresivo. Su discurso resultaba coherente, desde la óptica patronal. En una comparación estuvo poco afortunado: cuando aludió a la lotería con la probabilidad mayor de que te toque un premio cuando llevas más números (en su caso el número de empresas). Mezclar loterías con quiebras es peor que confundir churras con merinas.
A la salida del Hotel Ritz, unas decenas de trabajadores afectados por la situación de Air Comet, con pancartas alusivas a Ferrán y Pascual, en representación de varios sindicatos, organizaron una sonora pitada con gritos que ponían a los empresarios como no digan dueñas, expresado en lenguaje cervantino. La policía tuvo que proteger a Díaz Ferrán para que llegara indemne hasta su coche.