espacioseuropeos.com (6/1/2010)
La cadena de televisión CNN informó ayer que entre los ocho muertos en una base de la CIA en Chapman, provincia oriental de Khost, cercana a la frontera con Pakistán, uno de ellos era un espía jordano y los otros dos -de nacionalidad estadounidense-, empleados de la empresa estadounidense Blackwater.
El ataque causó la muerte de ocho agentes de la CIA y un número elevado de heridos de diversa consideración. Entre los muertos puede haber uno de nacionalidad afgana. Un responsable de la CIA reconoció que «este ataque ha sido quizás el mayor golpe recibido» por la agencia desde el atentado en Beirut en 1983 contra la embajada de Estados Unidos.
Los últimos datos acerca de ese atentado se refieren a que el suicidad fue un agente doble del servicio secreto de Jordania. El tal espía había sido reclutado por el servicio secreto jordano para que facilitase información acerca de Al Qaeda.
Por otro lado, el Primer Ministro iraquí, Nuri al-Maliki, dio a conocer que su país presentará demandas en Estados Unidos contra la empresa estadounidense Blackwater por su participación en la masacre de la plaza Nisoor, que tuvo lugar en el año 2007. En aquella ocasión, fueron asesinados diecisiete civiles iraquíes.