Madrid (España)
Alejandra Durrell (6/8/2010)
Mientras Tomás Gómez, Secretario General del Partido Socialista de Madrid (PSM) y candidato a nada, deambula por aí1 diciendo que Madrid debería construir un Parador de Turismo en Aranjuez o que si los madrileños suspenden a Esperanza Aguirre, Presidenta de la Comunidad de Madrid, de acuerdo con los datos que él (Tomás Gómez) dice que afirma la encuesta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), otros afilan la guadaña con la que le van a cortar la cabeza, al menos la política.
Pero, lo que no nos dice el presunto líder socialista madrileño es que la página de Internet del PSM ha eliminado de sopetón un artículo titulado «La verdad sobre el encuentro del Presidente del PSOE y el secretario General del PSM», en respuesta a «las peticiones de información y como aclaración a las noticias que aparecen hoy en distintos medios de comunicación, la Oficina de Prensa del PSM desea trasladar los siguientes puntos».
El artículo trataba de defender la supuesta candidatura de Gómez por Madrid, a lo que sea, y lo hacía con estos argumentos: «hace unos días el Presidente del PSOE, Manuel Chaves, y el Secretario General del PSM, Tomás Gómez, celebraron un encuentro que se enmarcó dentro de los contactos habituales que mantienen los dirigentes de la organización socialista (…) En la misma no se trataron, en modo alguno, aspectos relativos a la composición de las candidaturas socialistas a la presidencia de la Comunidad de Madrid, ni a la Asamblea de Madrid ni al Ayuntamiento de Madrid y así lo han confirmado ambos interlocutores ante diversos medios de comunicación».
Más datos sobre este asunto los pueden ver nuestros lectores en un artículo que, con el mismo titulo que el que han hecho desaparecer los socialistas madrileños, publicamos en espacioseuropeos.com.
La apuesta de Zapatero es clara. Hace poco, respondiendo a la pregunta de un periodista, el presidente del Gobierno de España dijo: «Tomás Gómez es bueno; Trinidad Jiménez, buenísima…»
No hay duda alguna. Zapatero ha designado a dedo, a Jaime Lissavetsky y Trinidad Jiménez, saltándose las primarias y las secundarias.
Dos candidatos «esponjosos». El primero, de apellido impronunciable, va a tener que responder a muchos viajecitos a cuenta del deporte, entre otras cosas; y la segunda, por ejemplo, de los millones de vacunas compradas para atajar la pandemia que se avecinaba de la Gripe A o Gripe Americana, también, entre otras cosillas.