Guinea Ecuatorial
Entrevista realizada por Eugenio  Pordomingo (1/9/2010)armengol-engonga

Armengol Engonga lleva muchos años en España, pero a pesar de ello o por ello, no deja de pensar en su tierra natal. En la lejana Guinea Ecuatorial. Los últimos acontecimientos -nos dice- «me refiero a los fusilamientos de cuatro guineanos que fueron secuestrados por el régimen de Obiang Nguema en Nigeria no ha sido un caso único ni especial, ya que ese proceder es habitual en la dictadura guineana. Ya el régimen dictatorial no guarda ni las formas, pues al poco de leer la sentencia, y sin esperar la apelación de los abogados, fueron fusilados…». Hace una pausa, se le nota afectado, y continúa: «Desde aquí quiero mandar mi más sentido pésame a los familiares de los cuatro asesinados, algo que ya ha hecho nuestro presidente, Severo Moto, y el partido».   

En esta ocasión trataremos de dejar la política a un lado y nos centraremos en los aspectos humanos de este ingeniero afincado desde hace muchos años en España. Armengol Engonga es vicepresidente del Partido del Progreso; la misma responsabilidad la tiene en el Gobierno en el Exilio, agrupaciones políticas que lidera Severo Moto.

P.- ¿Cuándo se despertó su vocación política?
R.- Mi vocación política me viene desde muy joven, desde el seno de mi familia, con  fuertes raíces cristianas, algo que hoy no está muy de moda. Sobre todo la vocación de servicio a los demás, en mi caso a la comunidad guineana. Los valores y el ejemplo transmitidos por mi familia para el bien común y el servicio a los demás, han sido fundamentales en mi formación.

Mis primeros pasos e inquietudes por servir a mi comunidad los di en mi pueblo natal, Tequete-Evinayong; allí aprendí -reflexiona un momento con la mente perdida, lejana– indudablemente de mis padres, que ejercieron sobre mí una fuerte influencia, especialmente mi padre, que fue Catequista durante toda su vida, hasta su fallecimiento en la época colonial española.

P.- ¿Cómo fue que dio a parar en el Partid del Progreso?
R.- Siendo estudiante en Bata, mi generación se contagió rápidamente de la fiebre independentista que envolvía al pueblo guineano, una sociedad inquieta, pujante, reivindicativa. Eran los inicios de la década de los 60.a máxima expresión a las expectativas de futuro de nuestro país en esa década  se alcanza en el periodo de la Autonomía que España otorga a nuestro pueblo, etapa que duró cuatro prósperos y fructíferos años, antesala de la independencia del año 1968.

Pero la Guinea Ecuatorial que habíamos soñado muchos jóvenes de mi generación, se vio rápidamente sacudida y terriblemente violentada por dos personajes de nuestra historia reciente. Los dos han quedado grabados en la  memoria colectiva de los guineanos durante varias generaciones, como dos dictadores aberrantes. Primero fue Francisco Macias Nguema, cuyo régimen de terror duró once años. Después, su sobrino, Teodoro Obiang, que lleva treinta y un años como dictador en el más amplio sentido de la palabra.

P.- Queda claro que esas vivencias juveniles le marcaron profundamente, pero ¿cómo conoció a Severo Moyo?
R.- A Severo Moto me lo presentó, Luis de Grandes en Guadalajara en 1984 -se pone la mano derecha en la frente como tratando de extraer de su mente algún dato-, creo que ahora es parlamentario europeo del Grupo Popular. Al poco de conocernos e intercambiar opiniones, Moto me fascinó. Su personalidad, la claridad de sus ideas. En definitiva, me sume a su proyecto político del Partido del Progreso, cuya ideología democristiana coincidía conmigo. Severo Moto tenía y tiene convicciones muy marcadas y profundas.

Encontré en Moto al  líder social y político que cala perfectamente en el pueblo guineano. Moto, según mi opinión, está  capacitado para aglutinar a guineanos, españoles, voluntarios en general,  para unirlos en un proyecto político. Su principal rasgo es su alma indomable.

P.- ¿Cómo se concilia la vida familia, laboral y política?
R.- Evidentemente, haciendo un esfuerzo adicional y mucho equilibrio, porque desde luego no es nada fácil. Pero lo llevo haciendo los últimos 25 años por sentido de la responsabilidad, por exigencia del guión y porque no queda más resevero-moto-y-armengol-engongamedio. Para este reto, afortunadamente, siempre he contado con el apoyo de mi familia, en la persona de mi mujer y mis hijos, además de su comprensión.

P.- ¿Tienen contacto en la actualidad con partidos políticos españoles?
R.- Somos muy críticos en la actualidad con el Gobierno español por su apoyo a la dictadura guineana de Obiang. Debido a ello hemos tenido que atravesar las fronteras españolas para pedir apoyo político a Estados Unidos, Francia, Portugal, Alemania y,  desde luego, Bruselas, con una gran acogida. En Bruselas hemos presentado nuestro proyecto de «Retorno en Libertad» y nuestra condena más enérgica contra el régimen aberrante de Obiang Nguema.

P.- ¿Cómo son sus relaciones con el actual Gobierno de España?
R.- Como le digo, nosotros somos muy críticos con el gobierno de Zapatero. Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor; y en nuestro caso, así parece.  Nuestro reconocimiento a los gobiernos de Felipe González y de José María Aznar, que supieron abrir un periodo de  transición democrática para el pueblo guineano. Tanto González como Aznar inyectaron vida y esperanza en nuestro pueblo. Sobre todo, dignificaron a las formaciones políticas guineanas y sus líderes. Lo cortés no quita lo valiente.

El final de la dictadura de Teodoro Obiang esta próximo, aunque la propaganda oficial y los promotores y los defensores de la misma, piensan que están ante el imperio romano, pero olvidan que éste también cayó. Lo más importante es que estamos todos, desde exilio y desde la libertad, preparando la vuelta a casa, para participar activamente en la transición democrática en el post Obiang.

P.- ¿Ha temido alguna vez por su vida o la de Severo Moto?
R.- Desde luego, y muchas veces. Sobre todo en momentos puntuales de nuestra trayectoria de oposición a la dictadura de Obiang Nguema. Hay que recordar que el régimen de Obiang metió en la cárcel a Severo Moto en 1995 durante cinco largos meses. Después vino el secuestro e intento de asesinato en Croacia; y más tarde el encarcelamiento en España, en la penitenciaria de Navalcarnero, en Madrid. Este último asunto, por llamarlo de alguna manera, nos marcó de forma muy intensa.

Jamás pensé -se refiere a los meses de cárcel que pasó Moto en Navalcarnero-  que podrían urdir una treta como esa en la España democrática  contra miembros de la oposición  guineana, como lo que comenzó con la detención de Moto cuando estábamos paseando cerca de su casa. Dos policías nacionales le trasladaron medio secuestrado al Complejo de Canillas; después el juez, a la prisión de Navalcarnero. La larga mano del dictador Obiang nos alcanza hasta en el mundo libre en pleno siglo XXI.

La detención del líder del Partido del Progreso, por orden de la Audiencia Nacional,  se produjo el 14 de abril de 2008 en un pequeño pueblo de Toledo, donde vivía por entonces Moto. Las acusaciones de tráfico de armas con destino a Guinea Ecuatorial no se sostienen y tras casi medio año de cárcel, se decreta su libertad. Eso sí, le es retenido su pasaporte.

P.- Aparte de los riesgos que entraña para ustedes el dictador Obiang, ¿qué otros peligros acechan a su formación política o a ustedes mismos?
R.- En realidad es el mismo peligro que nos acecha de manera permanente. Además del dictador Obiang, hay que sumar a todos aquellos que de manera directa o indirecta apoyan la locura de una dictadura atroz, sanguinaria y abominable.

Pero nuestra determinación política  va más allá del miedo, de los peligros o de los enemigos de dentro y fuera. Porque Severo Moto es un referente ético y moral. Su proyecto político, representa la recuperación de la dignidad de nuestra gente, las libertades de todos nosotros y  el desarrollo de nuestro país.

P.- El pasaporte de Severo Moto… ¿cómo está ese asunto?
R.- Muy mal; es un auténtico escándalo  y una vergüenza. Todarmengol-engongaavía la Jueza se Sagunto (Valencia) tiene que resolver el ultimo recurso del abogado de Moto. Ese expediente es conocido como la «patata caliente».

En cualquier caso, la actividad política del Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, es imparable aquí, allá y acullá. El termómetro del apoyo popular en el interior del país es imparable y va en aumento. Mientras, la dictadura intenta poner puertas al campo y en una huida hacia delante, desesperada.

P.- ¿Cómo son las relaciones del Partido del Progreso con el resto de los partidos  opositores a la dictadura de Obiang Nguema? ¿Existe la posibilidad de una unión de todos los grupos que están en la oposición?
R.- Yo diría que las relaciones son normales con todas las fuerzas políticas opositoras a la dictadura guineana. Cuando ha sido necesario, hemos convocado a los demás grupos para una acción unitaria, como fue la firma del documento en el que solicitábamos unas negociaciones con el dictador Obiang. Este documento fue firmado por más de nueve formaciones políticas de la oposición guineana.

Algo similar hicimos al convocar a la oposición cuando formamos el Gobierno en el Exilio de Guinea Ecuatorial hace ahora siete años. La  misma posición hemos mantenido en infinidad de ocasiones en las que nos hemos sentado para diseñar las estrategias comunes contra la dictadura de Teodoro Obiang.

P.- En el supuesto que el Partido del Progreso llegue al poder, son ustedes partidarios de «pasar página». Me refiero a que si llevarán a los tribunales a Obiang y a aquellos que han colaborado con su dictadura
R.- Si pasamos página a la barbarie y al horror que ha padecido el pueblo guineano en los últimos 30 años, en relación con la violación sistemática de los derechos humanos del  régimen tiránico de Obiang, cometeríamos la mayor de las injusticias históricas.

Para alcanzar la libertad plena en Guinea Ecuatorial después de la dictadura de Obiang, es obligado hacer justicia con mayúsculas. Tenemos la obligación moral de impartirla para todos los damnificados, como viudas, huérfanos, etc., que han sufrido esta mala experiencia  en sus carnes y en su entorno.

La ecuación de justicia igual a libertad, hay que aplicarla con todo el rigor tras la dictadura, y lo haremos con la ayuda de la justicia internacional. Hay que sentar las bases  del imperio de la ley para la construcción de un Estado democrático de derecho.

P.- ¿Tiene el Partido del Progreso un programa de mínimos al llegar al poder?
R.- El Partido del Progreso, con vocación de servicio a la sociedad guineana, tiene como prioridad, si llega al poder, poner en marcha las medidas de choque que corrijan las múltiples deficiencias e injusticias que adolece actualmente Guinea Ecuatorial por culpa de la dictadura del caos.

Las primeras medidas serian en el terreno de la sanidad, plan nacional de vacunas, erradicación del paludismo, saneamiento y conducción de agua potable; hacer que la energía y la luz eléctrica lleguen a todos los guineanos; plan nacional de desarrollo integral en Educación, Sanidad, Comunicaciones, Vivienda y Energía.

Todo esto se complementará con un importante impulso en el desarrollo de los pueblos, con su agricultura, ganadería e industria, como botón de muestra, ya que su desarrollo se encuentra en nuestro documento marco y programático, denominado VADEMECUM, que se aplicará en Guinea Ecuatorial y alcanzará a todos los guineanos.

P.- Son ustedes partidarios de que fundaciones, asgobierno-en-el-dexilioociaciones, ayuntamientos y otros entes traten a Guinea como un país pobre que precisa ayuda
R.- Toda ayuda siempre es bien recibida, y además es necesaria. Pero siempre y cuando esa ayuda llegue a su supuesto receptor y destinatario. Tengo la impresión que los guineanos no se benefician en nada de todo el conglomerado de estas organizaciones, que actúan a espaldas de los propios guineanos. Sin embargo, condenamos y rechazamos el uso y el abuso que se hace en nombre de nuestro pueblo, ya que suelen ser otros los que se benefician de esas ayudas. Ya esta bien de utilizar al pueblo guineano para esa supuesta caridad.

Guinea Ecuatorial es el tercer productor de petróleo de África, además de las inmensas bolsas de gas, madera, minerales, etc., pero esa riqueza no llega a la mayoría de la población guineana.  Y lo que más me duele es que la llamada comunidad internacional no presiona lo más mínimo al dictador Obiang Nguema. El ejemplo más diáfano es la política exterior que practica Zapatero.

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