España
Alejandra Durrell (18/7/2011)rajoy-y-camps
El PP de Valencia está en plena ebullición y Génova 13 (sede nacional de los populares) corre el mismo camino si el asunto de Camps no se soluciona rápidamente. Francisco Camps, presidente de la  Generalitat de Valencia se sentará en el banquillo en otoño, acusado de un supuesto delito de cohecho en el ´caso de los trajes´.

Rajoy,  Camps le ha salido rebelde, aunque con causa, según se desprende de la Justicia. Rajoy guarda un silencio sepulcral en público, pero en privado -al parecer- le ha pedido que dimita lo antes posible. Camps se resiste, y anda ya trabajando la posibilidad de ´independizarse´ del Partido Popular, creando una alternativa como Francisco Álvarez Cascos en Asturias, con su Foro por Asturias. Pero, Cascos es mucho Cascos, y ya veremos si el valenciano llega a tanto.

A Rubalcaba y a Blanco, la situación les viene que ni pintada. Los asesores de Rajoy, le presionan para que presione a Camps, pero la cosa no está nada fácil, a pesar de que Esperanza Aguirre ha propuesto -en esto no ha estado afortunada-, que pague los trajes y punto.

Pero, al PP le falta un hervor estratégico, de pelea. No saben utilizar los pufos socialistas, que son muchos. Por ejemplo, no terminan de rematar -en el buen sentido-  a José Antonio Griñán, presidente de la Junta de Andalucía, y a Manuel Chaves, vicepresidente actual y otrora mandamás en la comunidad andaluza.

Lo que me extraña es que el PSOE no airee el ventilador con los nombres de Luís Bárcenas, por ejemplo. Sin excluir a Ana Mato, que no se enteraba que su marido (ahora ex), recibía regalos y más regalos de Francisco Correa, el ´capo´del ´caso Gürtel´, cuando ejercía de alcalde en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Otro filón lo pueden encontrar los socialistas en el diputado Gonzalo Robles Orozco, cuando estuvo al frente del Plan Nacional de Drogas en el Gobierno de José María Aznar, cuando el Tribunal de Cuentas, emitió un informe, en el que aludía a la pérdida de  la mitad de los bienes que se incautaron a narcotraficantes en diversas operaciones antidroga. El Tribunal de Cuentas mencionó «mala gestión», «descontrol de los bienes confiscados», «ilocalizados», en esas operaciones contra el narcotráfico.

En fin, la lista es larga… por ambos bandos.