España
espacioseuropeos (15/9/2016)
Tras las presiones de ahora, la “alcaldesa de España”, como decía Mariano Rajoy, se ha visto obligada a darse de baja en el Partido Popular. Pero no a
sí del Senado, donde ocupa un sillón en representación de la Comunidad Valenciana, puesto que le dio el PP después dejar la alcaldía.
De esta forma, Barberá mantiene el aforamiento, lo que le otorga algunas garantías más de salvarse del embrollo en que está metida, ya que el Tribunal Supremo ha abierto una causa por la comisión de un presunto delito de blanqueo de capitales en el grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Valencia. Este asunto, es una parte de la llamada operación Taula derivada del ´caso Imelsa´.
Rajoy cree que así se quita un escollo de cara a la campaña electoral en Galicia y País Vasco, y de paso Ciudadanos y el PP pueden alardear de que están acometiendo acabar con la corrupción política. Pero no parece que vaya a ser así. PSOE, Podemos, las Mareas y, sobre todo la prensa, no ceden en sus ataques. Los asuntos de corrupción son muchos y hay para todos, eso es lo único que le salva a Rajoy.
Barberá es una bomba de relojería que puede explotar en cualquier momento. ¿Cuánto sabe de la corrupción del PP?
Por si fuera poco, Marcos Benanvent, exgerente de Imelsa, la empresa pública de la Diputación de Valencia, ha implicado en el cobro y reparto de comisiones que provenían de adjudicación de colegios, a Francisco Camps, expresidente de la comunidad valenciana, y a los ex vicepresidentes Víctor Campos y Gerardo Camps, además de al expresidente de la corporación provincial Alfonso Rus.
No son los únicos acusados. Dentro de poco saldrán a la luz muchos nombres –grabaciones, etc.-, la mayoría de ellos varios políticos de la etapa en que Camps era presidente de la Generalitat valenciana. Pero él lo niega todo; él no sabía nada de “Cajas B, C o H”, dicho.