España
espacioseuropeos.com (8/9/2011)

Bono y Barreda, más que hermanos
Bono y Barreda, más que hermanos

Al ex presidente de la Comunidad de Castilla La Mancha, José María Barreda, y al  presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, parece que se les complica la vida política por el «caso Seseña» y su relación con Francisco Hernando, más conocido por «El Pocero».

El ex presidente Barreda que dejó plagada de deudas a la comunidad manchega se ha encontrado con que las reiteradas amenazas de la actual presidenta María Dolores de Cospedal se  han cumplido. Barreda, y su gobierno, han sido denunciados ante los tribunales por la desaparición de archivos informáticos.

La denuncia lo es por la destrucción de documentos y archivos informáticos de la Junta de Castilla La Mancha, noticia que adelantó en su momento el diario La Gaceta.

La agencia de noticias Europa Press informó sobre una entrevista realizada en la cadena de televisión Telecinco al jefe de servicios informáticos de la Junta de Comunidades, en la que afirmó que «hay archivos borrados, incluso han hecho desaparecer la copia de seguridad, algo que no se puede hacer (…) Cuando una Administración pública despilfarra el dinero que es de todos, y lo hace con conocimiento -porque no considero que sea estúpido o tonto- de que no lo está usando de la mejor manera para los ciudadanos, algún tipo de responsabilidad, más allá de política, debería contemplarse. No se cuál, y eso sería algo en lo que deberíamos de ponernos de acuerdo todos los partidos políticos», afirmó.

Por otro lado, de acuerdo con los nuevos datos que se tienen, la deuda que ha dejado el anterior del PSOE en esa comunidad puede ascender a 10.000 millones de euros, cantidad que Barreda ocultó. Hay que recordar que Barreda sólo reconoció la deuda de  700 millones de euros que se adeudaban en facturas; más tarde comenzaron a aparecer 1.700 millones de euros sin contabilizar  y después más y más.

Construcción de edificios de lujo, reformas de locales institucionales más propias del Raja de Kapurtala, móviles a la última, con facturas cuantiosas, parque automovilístico desmesurado, televisiones de plasma de más de 9.000 euros que adornaban los despachos de los jerifaltes políticos, ágapes diarios, y un largo etcétera han contribuido a dejar en la más absoluta ruina a esa comunidad castellana.   

Allá por el mes de julio, el ex presidente Barreda comentó, tratando de justificar ese desfase, que unos mil millones de esas facturas pendientes se han acumulado en los dos últimos meses: «en un momento de transición política (…) probablemente haya ocurrido que en estos dos meses y medio de cambio de gobierno se hayan acumulado las facturas por la preocupación y la zozobra de los proveedores y de los centros de gestión».

Preocupación y zozobra es lo que ahora deben tener Bono y Barreda.