España/Sáhara Occidental
Carlos Rey (15/1/2012)
La semana pasada el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, hizo público que el próximo martes 10 de enero se entrevistará en Bruselas con la comisaria de Pesca de la Comisión Europea, Maria Damanaki, al objeto de plantearle que agilice la tramitación de un nuevo acuerdo pesquero con Marruecos que permita a 64 barcos españoles faenar en el banco de pesca canario-sahariano.
El viaje del ministro Arias Cañete a Bruselas está directamente relacionado con la resolución del Parlamento Europeo del pasado 14 de diciembre, que vetó la prórroga del acuerdo pesquero entre la UE y Marruecos, debido, además de a su nula rentabilidad económica para la Unión, al hecho de que hasta ahora el mismo ha venido desplegando sus efectos tanto al norte del paralelo 27º 40, en las aguas territoriales que el Derecho Internacional reconoce a Marruecos (y donde, en realidad, apenas hay pesca), como al sur de esa línea (que es donde se encuentra uno de los caladeros más ricos del mundo), en aguas jurisdiccionales del Sáhara Occidental, territorio actualmente ocupado por la fuerza y de manera ilegítima por Marruecos.
El antiguo Sáhara Español es un Territorio No Autónomo sujeto a descolonización ocupado ilegalmente por Marruecos desde 1975 y del que España es, para la ONU y la Comunidad Internacional, Potencia Administradora «de iure». En consecuencia, España es responsable de explotar los recursos naturales del Sáhara Occidental en beneficio de la población autóctona, esto es, del Pueblo Saharaui, cuyo exclusivo representante legítimo, también según la ONU, es el Frente Popular de Liberación de Saquía el Hamra y Río de Oro, es decir, el Frente POLISARIO.
De lo expuesto se deduce que, cuando el ministro Arias Cañete nos anuncia que el próximo martes 10 de enero va a viajar a Bruselas para entrevistarse con la comisaria María Damanaki, al objeto de defender los intereses de nuestros pescadores, lo que realmente va a hacer es viajar a Bruselas a presionar a la comisaria Damanaki para que actúe como una vulgar receptadora, pues lo que pretende es que la Unión Europea trafique en pescado robado pagándole al ladrón un jugoso canon anual.
Porque robar, y no otra cosa, es ir a un lugar a llevarnos sus riquezas sin ni siquiera pedirle permiso al dueño, y receptar, y no otra cosa, es comprarle a alguien aquello que previamente ha robado. Y esto es así aunque lo robado no sea un electrodoméstico o un vehículo de alta gama, sino peces, y aunque el robo no se produzca en un domicilio particular, sino en las aguas jurisdiccionales de un Territorio ocupado y explotado ilegalmente por una potencia extranjera desde hace 36 años.
El Gobierno del Partido Popular, del que el señor Arias Cañete forma parte, no ha cumplido todavía ni un mes al frente del Ejecutivo, pero a partir del próximo martes 10 de enero va a tener una magnífica oportunidad para demostrar a nuestros socios europeos, a nuestros vecinos, y, sobre todo, a la ciudadanía española, si su intención es recuperar el prestigio exterior de España, y hacer que nuestro País vuelva a ser respetado en el Mundo por practicar una política exterior solvente, seria, y respetuosa con la Legalidad Internacional, o si, por el contrario, tan solo aspira a comportarse como un ladrón o, peor aún, como un receptador (que también roba, pero paga a otro para que le haga el trabajo sucio).
Y no vale decir que se quiere que la UE firme el Acuerdo pesquero con Marruecos para proteger a nuestra flota. Si realmente se quiere proteger a nuestros pescadores y, a la vez, se quiere actuar con un mínimo de decencia, lo que tiene que hacer el Gobierno Rajoy, y su ministro Arias Cañete a la cabeza, es plantear a la UE que suscriba dos acuerdos pesqueros: uno con Marruecos relativo a las aguas al norte del paralelo 27º 40, y otro de aplicación en las aguas jurisdiccionales del Sáhara Occidental, que se deberá negociar con la propia España como Potencia Administradora del Territorio y con el Frente POLISARIO como exclusivo representante legítimo del Pueblo Saharaui.
El ministro Arias Cañete y su jefe, el presidente Rajoy, tienen esta semana una oportunidad de oro para demostrarnos a todos si realmente representan el gobierno del sentido común, de los intereses generales, y del imperio de la Ley, o si, por el contrario, son tan solo una banda que no tiene reparos en hacer negocios con ladrones de pescado.
N. de la R.
Carlos Rey es Responsable del Comité Sahara-UPyD.
Noticias relacionadas:
Etiquetas:
Arias, Cañete, Carlos Rey, Marruecos, Sahara, UNE, UPyD