España/Marruecos/Sáhara Occidental
María Suárez (24/3/2012)

Miguel Arias Cañete
Miguel Arias Cañete

El pasado jueves 22 de marzo, en el programa «El Gato al Agua» de Intereconomía TV, el Sr. Ministro Arias Cañete respondió a la pregunta del periodista sobre el futuro del acuerdo pesquero UE-Marruecos. Pues bien, según el Ministro, el problema que se le presenta a los «pescadores de Barbate que son los que al final están sufriendo» viene ocasionado por «la incomprensible actitud del Parlamento Europeo que ha mezclado dos temas que no tienen nada que ver, como son la pesca en las aguas de Marruecos y el conflicto del Sáhara que es una cosa que concierne a la ONU, a Marruecos y al Frente Polisario». Bien, eso es lo que dijo el Ministro, y como sus declaraciones chirrían y además son totalmente erróneas conviene llamarle la atención al respecto.

Bien sabe el Sr. Arias Cañete, que el acuerdo pesquero se ha convertido en un delicado asunto precisamente porque el Sáhara es la cuestión clave. El ministro intenta confundir a la opinión pública no siendo honesto y guardándose la información veraz, la que debería decir claramente y que no es otra que admitir que ese acuerdo no es posible (ni éticamente ni legalmente) en los términos que Marruecos pretende. El mensaje del parlamento europeo ha sido bien claro y ni el gobierno de España ni ningún otro debería hacer trampas para lograr uno nuevo, engañando a los ciudadanos y volviendo a incluir las aguas del Sáhara en un supuesto futuro tratado mediante un truco obsceno: simplemente obviar la palabra «Sáhara», y así, al no mentar la soga en casa del ahorcado nadie se debería dar por aludido o perjudicado.

La única opción ética y acorde al Derecho Internacional sería  que las aguas a negociar sean exclusivamente las que corresponden a la soberanía marroquí, y digo bien alto, «soberanía marroquí» que no «jurisdicción marroquí», que es el subterfugio con el que la UE ha pretendido engañar a todos (sin lograrlo), incluso a si misma, desde que firmó el primer acuerdo. La diferencia no es baladí porque  la UE se ha escudado a lo largo de años, en que no es quien para juzgar lo que son «aguas de jurisdicción marroquí» y que por tanto, al firmar un acuerdo con Marruecos la UE da por sentado que las aguas en las que los pescadores europeos pueden faenar son de su jurisdicción, sin entrar a valorar más.

La comisaria Damanaki recibió un claro mensaje del parlamento: el acuerdo redactado en aquellos términos no se puede admitir y cualquier nueva negociación tiene que solventar aquellas objeciones, de lo contrario la Comisión (que representa a la Unión y no a los Estados), estaría dando la espalda y traicionando a sus ciudadanos.

El Sr. Arias Cañete sabe que el Sáhara si tiene que ver con la pesca en sus aguas y que si bien los de Barbate no son culpables del conflicto, los saharauis tampoco y además son las principales víctimas desde hace 37 años. Junto con la ONU, Marruecos y el F. Polisario aquí hay un actor principal que moralmente no puede esconderse y según el Derecho Internacional sigue siendo la potencia administradora «de iure»: ESPAÑA. 

El que tenga interés puede ver la entrevista en intereconomia.com.


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