Estados Unidos
Amy Goodman (16/2/2013)

Jhom Brennan
Jhom Brennan


John Brennan y John Kiriakou trabajaron juntos hace años, pero sus carreras tomaron rumbos drásticamente diferentes desde entonces. Brennan está cada vez más cerca de convertirse en el nuevo director de la CIA, mientras que Kiriakou está cada vez más cerca de la prisión. Sus destinos están vinculados a la llamada “guerra contra el terrorismo”, implementada durante el gobierno de George W. Bush. El Presidente Barack Obama le dio un nuevo nombre a la guerra contra el terrorismo y se refiere a ella —de manera más inofensiva— como «operaciones de contingencia en el extranjero», pero, en lugar de alejarse de las prácticas reprochables de su predecesor, ha ido más allá. El ascenso de Brennan y el procesamiento de Kiriakou demuestran que los excesos recientes del Poder Ejecutivo de Estados Unidos no son anormalidades transitorias, sino el establecimiento de una nueva y aterradora normalidad, donde los ataques con aviones no tripulados, la vigilancia sin órdenes judiciales, los asesinatos y los arrestos por tiempo indefinido se llevan a cabo con arrogancia e impunidad, protegidos por el secreto y más allá del alcance de la ley.

John Kiriakou trabajó durante 14 años en la CIA como analista y oficial de caso. En 2002 lideró el equipo que encontró a Abu Zubaydah, supuestamente un alto miembro de Al Qaeda. Poco tiempo después, en 2007, Kiriakou fue el primer funcionario en confirmar públicamente, en una entrevista con Brian Ross de ABC News, que la CIA implementaba la técnica del submarino. Kiriakou dijo en esa entrevista: “En ese momento me parecía que la práctica del submarino era algo que debíamos hacer. Pero ahora que pasó el tiempo y el 11 de septiembre está cada vez más lejos cambié de parecer y creo que el submarino es probablemente algo que no deberíamos estar practicando». Kiriakou dijo que las llamadas “técnicas avanzadas de interrogatorio” le parecían inmorales y que rechazó ser capacitado para usarlas.

Desde aquella entrevista, se hizo público que Zubaydah fue interrogado con la técnica del submarino al menos 83 veces y que esos interrogatorios no proporcionaron ninguna información útil. Zubaydah aún continúa encarcelado en la Bahía de Guantánamo, sin que se hayan presentado cargos en su contra. Kiriakou pronto comenzará a cumplir su propia sentencia de 30 meses de prisión, pero no por haber divulgado información sobre la técnica del submarino. Se declaró culpable de revelar el nombre de un ex interrogador de la CIA a un periodista, con información que el interrogador mismo había publicado en un sitio web de ingreso público.

Mientras tanto, se espera que John Brennan, actual asesor en asuntos de antiterrorismo de Obama, reciba la confirmación del Senado para asumir como nuevo director de la central de inteligencia.

Recientemente le pregunté a John Kiriakou qué pensaba de John Brennan:
“Conozco a John Brennan desde 1990. Trabajé directamente para él dos veces. Creo que es una muy mala elección para liderar la CIA. Es hora de que la CIA se distancie de la oscuridad del régimen posterior al 11 de septiembre. Necesitamos a alguien que respete la Constitución y que no quede atrapado en el legado de tortura que tiene la CIA. El hecho de que el Presidente Obama haya elegido a John Brennan envía el mensaje equivocado a todos los ciudadanos estadounidenses».

El Presidente Obama ya había considerado a Brennan como posible director de la CIA en 2008. Pero en ese entonces Brennan retiró su candidatura tras recibir amplias críticas por el apoyo que dio a las políticas de tortura de la era Bush en los distintos altos cargos de inteligencia que ocupó durante su gobierno, por ejemplo, cuando fue director del Centro Nacional Antiterrorista.

Qué diferencia hacen cuatro años. Con la muerte de Osama bin Laden en su bolsillo, Obama parece inmune a críticas por sus acciones antiterroristas. Se dice que John Brennan manejará la tristemente célebre “lista de asesinatos selectivos” de personas que Obama cree que tiene el derecho de asesinar en cualquier momento y lugar del planeta, como parte de sus llamadas “operaciones de contingencia en el extranjero”. Aquí se incluye el asesinato de ciudadanos estadounidenses, aunque no se presente ningún cargo en su contra, ni se realicen juicios o se cumpla con el debido proceso. Los ataques con aviones no tripulados es una de las maneras en las que se llevan a cabo estos asesinatos. El ciudadano estadounidense Anwar al-Awlaki fue asesinado en Yemen en un ataque con un avión no tripulado. Dos semanas después, su hijo de 16 años nacido en Denver, Abdulrahman, murió de la misma manera.

 

John Kiriakou
John Kiriakou

También le pregunté qué opinaba de Brennan al Coronel Lawrence Wilkerson, jefe de asesores del Secretario de Estado Colin Powell desde 2002 a 2005. Me dijo: “Lo que sucede con los ataques con aviones no tripulados en el mundo entero en este momento es, en mi opinión, tan malo como muchas de las cosas que reprobamos ahora tan fácilmente, en retrospectiva, del gobierno de George W. Bush. Estamos creando más enemigos de los que matamos. Estamos haciendo cosas que violan el derecho internacional. Estamos incluso asesinando ciudadanos estadounidenses sin debido proceso y tenemos un fiscal general que dice que el debido proceso no incluye necesariamente el proceso legal. Estas palabras son realmente aterradoras”.

Mientras John Kiriakou está próximo a ir a prisión por revelar un nombre, la Oficina de Periodismo de Investigación del Reino Unido (BIJ, por sus siglas en inglés) presentó un proyecto llamado «Naming the Dead» (”El nombre de los muertos”) con la esperanza de “identificar la mayor cantidad posible de personas asesinadas en ataques encubiertos con aviones no tripulados de Estados Unidos en Pakistán, ya sean civiles o militares”. La BIJ informa que, aparentemente, “al menos 2629 personas murieron hasta ahora en ataques con aviones no tripulados de la CIA en Pakistán”. Se le debería preguntar a John Brennan acerca del destino de cada una de ellas.

N. de la R.
Este artículo se publica con la autorización de Democracy Now.