Sevilla (España)
espacioseuropeos (12/1/2014)
Poco a poco, parece que el pueblo español está comenzando a perder el miedo a increpar, a sacarle los colores a los políticos e, incluso, a los miembros de la Casa Real. Felipe González padeció una de esas muestras el pasado jueves durante la presentación en Sevilla de su libro «En busca de respuestas». Un ciudadano indignado que se encontraba presente en ese acto, no pudo reprimir su malestar, su cabreo, se levantó y se dirigió a Felipe González diciéndole: “¿No hay culpables? ¡Hacen falta soluciones, hay hambre, me voy a morir viendo cómo la democracia se va al carajo!».
A gritos, el ciudadano indignado, dijo “en Andalucía están haciendo la misma política de recortes que el facha de Rajoy. ¡Nos vendisteis. Renunciaste a todo, traidor. ¡Hacen falta soluciones, hay hambre!».
El ciudadano arremetió contra la clase política, sobre todo a aquellos que se aferran al poder, a los corruptos. Hubo algunos intentos de sacar a la persona que increpaba a Felipe González, pero al final los servicios de seguridad desistieron. González soporto con aparente tranquilidad las increpaciones, aunque lamentó las “descalificaciones”, ya que esperaba “preguntas”; dijo que como gobernante se dedicó a «mejorar la calidad de vida de los españoles.
El acto tuvo lugar en la sede sevillana de la Fundación Tres Culturas, institución subvencionada por el Estado español –quizás, también, por Marruecos- con la única finalidad de apoyar al reino alauita.