GazpromEuropa
espacioseuropeos (10/4/2014)
La crisis de Ucrania –algunos la califican de golpe de Estado- está generando las primeras consecuencias para los países europeos. Ayer, el gobierno ucraniano anunció que ha tenido que dejar de “bombear gas ruso a sus depósitos subterráneos”, desde los que se suministra a Europa. La causa se debe a que Ucrania no ha aceptado la subida del precio del gas anunciada por Moscú.

El ministro ucranio de Energía, Yuri Prodan, comentó a medios locales que todavía el gobierno de Ucrania no ha decidido nada al respecto, aunque fue claro al afirmar que Kiev no acepta esa subida de precios por parte de Rusia.

Actualmente Ucrania mantiene una deuda con Rusia, por suministro de gas en el mes de marzo, que asciende a 550 millones de dólares, pero Kiev se niega a pagarla. Eso sí, precisan fuentes, están dispuestos a abonarla, pero al precio que Rusia mantenía con el anterior gobierno que era mucho más barato.

Rusia comunicó al nuevo gobierno el aumento del precio del gas la semana pasada, con el pretexto de que se había producido un «preocupante descenso de gas natural en los depósitos subterráneos ucranianos», gas que en su mayor parte va destinado a Europa.

La empresa Gazprom (monopolio ruso) hizo público que el vaciado de esos depósitos podría afectar al tránsito de gas ruso hacia Europa, especialmente en los meses de invierno. Las reservas actuales no son suficientes para garantizar ese suministro, sobre todo si se tiene en cuenta el gas que recoge Ucrania a su paso por los gasoductos que “unen Rusia y la Unión Europea”.

En consecuencia, seis países europeos son totalmente dependientes del gas ruso. Estos países son Bulgaria, Estonia. Finlandia, Letonia, Lituania y Suecia. Aparte de estos países, el resto tiene también una dependencia aunque en menor medida. Se libran Chipre, Dinamarca, España, Irlanda, Malta, Portugal y Reino Unido, que no reciben absolutamente ninguna partida de gas ruso.

De agravarse la crisis ucraniana –fomentada por Estados Unidos-, Rusia podría llegar a cortar el suministro total de gas a Europa, a través de Ucrania.