México
espacioseuropeos (7/9/2014)
Lo que en España le fue fácil a la empresa estadounidense ‘Monsanto’, se le está complicando en México. La Justicia mexicana ha impedido a la multinacional estadounidense –aunque de capital mayoritario judío- la producción y comercialización de maíz transgénico.
Desde hace tiempo, México asiste a movilizaciones de agricultores y campesinos que piden que se impida a ‘Monsanto’ la siembra de maíz y posterior comercialización. Ha sido el Tercer Tribunal Colegiado de México el que ha invalidado los recursos presentados por la multinacional estadounidense.
Con esta sentencia, la multinacional estadounidense queda impedida de sembrar y comercializar maíz transgénico, lo que deja sin recursos legales a los abogados de la empresa.
La sentencia obliga al gobierno mexicano a informar a todas las Secretarias de Agricultura y Medio Ambiente del país para que revoquen cualquier licencia relacionada con la siembra y comercialización de maíz transgénico.
‘Monsanto’ no gusta en el mundo; en España sí
No es la primera vez que se producen sentencias similares a esta, aunque casi siempre han sido agricultores, ecologistas y en general la sociedad civil la que ha protestado. Por ejemplo, en el mes de octubre del pasado año hubo manifestaciones en todo el mundo (53 países y 436 ciudades, entre ellas Nueva York y Ciudad de México) en contra de ‘Monsanto’ y sus semillas genéticamente modificadas y contra sus frutas sin semillas, lo que obliga a tener que comprárselas a la multinacional estadounidense.
¿Cuál es el país del mundo donde los transgénicos rebosan? No lo duden, España. Sobre todo en la Unión Europea. En nuestro país no existen registros públicos para que el comerciante o el ciudadano conozcan dónde se siembran.
De acuerdo con las investigaciones de organizaciones de consumidores y asociaciones agrícolas, España acoge casi el 5% de las investigaciones de ‘Monsanto’ sobre modificación genética de las semillas. Esos experimentos, hechos al aire libre, son confirmados por el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea.
De esos experimentos se desconoce en qué grado alteran a la salud, al Medio Ambiente y a la agricultura en general, algo que denunciado de forma reiterada la asociación Amigos de la Tierra.
N. de la R.
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