escudo-consritucional-de-1978España/Internacional
Pedro Godoy P. (29/9/2015)
España y Bolivia están amenazadas por la desintegración. Las «regiones» por efecto del particularismo disolvente, se proclaman «naciones».  Están contaminadas de separatismo. En su seno hay quienes alegan que son Estados polinacionales. Ya es vulnerada la unidad ibérica al cortar Portugal su ligamento con Madrid.

Hoy, fuerzas centrífugas vuelven a operar. Consiguen que España esté al borde de ser una gavilla de «naciones». Las «regionalidades» exigen el rango de «nacionalidades» y el Estado centralizado, es decir, unitario pasa a ser federal. Si se descuidan las FFAA se convertirá en confederativo.

En el país de Evo Morales no es distinto. Allí los aborígenes –escudados en eso del «respeto a la diversidad»– proclaman la existencia de naciones aborígenes, algunas de 1.850 integrantes. El oriente blancoide alude a la «nación camba». El jamón del «sandwich» es la muchedumbre mestiza que constituye la genuina bolivianidad.

Es el nervio del país y la carne de cañón de tres guerras externas. Triunfa en 1952 con el MNR y ahora con el MAS. Superando la perplejidad y apoyado en las FFAA uno y otro país deben prevenir el desmembramiento. Si para hispanos y bolivianos la situación es angustiosa, para los imperialismos se acercan buenos negocios.

Todo aquello que es atomización los favorece. Si se duda, consulten a los yugoslavos. Menos lejos. Miren en el mapa a Centroamérica que -por dar la espalda a los generales Morazán y Barrios y desoir al doctor Mendieta– hoy es un mosaico de seis republiquetas.

Cada una, a pie juntilla, se cree una nación. ¿En qué idioma habrá que manifestarles que son regiones? Así, también, es región Panamá que fue provincia desmembrada de Colombia. Chile no se sienta libre de peligro… Arauco –con apoyo externo– se proclama nación oprimida.

En tal contexto, no logro explicarme el por qué la ETA dispone de simpatía en La Habana y Caracas en circunstancia que, hasta donde estamos informados, Fidel y Chávez son bolivarianos y por ende, proclives a aglutinar hoy a Iberoamérica como en el ayer lo intentara Andrés Santa Cruz y en el presente, Juan Perón.

Las izquierdas albergan una antigua simpatía por los fragmentadores ibéricos. Durante la Guerra Civil (1936.1939) en toda Iberoamérica se apoyaba a vascos y catalanes entonces, como hoy, separatistas. Imposible olvidar que monárquicos y franquistas asumen como propia la bandera de la integración peninsular.

Hay sospechas que la ETA apoya los afanes de mapuches de allende y aquende el macizo andino. En el país no son escasos los «araucanistas». Están vigentes desde la gesta emancipadora. Ahora readquieren mayor vigor en función de una moda que

nutre a las izquierdas «pogres» que va aparejada con el ambientalismo.

N. de la R.
El profesor Pedro Godoy P. es miembro del Centro de Estudios Chilenos CEDECH.