Jeremy Corby Jeremy Corbyn con un grupo de activistas de apoyo a la causa saharau. Foto archivo.i
Jeremy Corby Jeremy Corbyn con un grupo de activistas de apoyo a la causa saharau. Foto archivo.i

Internacional
espacioseuropeos (12/9/2016)
El dirigente del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, se ve de nuevo envuelto en una polémica por su, supuesto, antisemitismo, tras rechazar la invitación de su homólogo israelí, Isaac Herzog, a visitar el museo del Holocausto en Tel Aviv.

La noticia fue publicada ayer por el diario británico Observer, que informa que el dirigente laborista no había aceptad la invitación de Herzog para que visitara el museo de Holocausto Yad Vashem .  Tom Watson, adjunto a  Corbyn, ocupará su puesto.

Esta polémica se produce después de que el exalcalde de Londres, Ken Livingstone, fuera expulsado del Partido Liberal –además de otros 50 miembros-, por unos comentarios que hizo contra la figura de Adolf Hitler y el sionismo. Livingstone manifestó en una entrevista  realizada en una pequeña emisora local, que tras ganar las elecciones de 1932,  Hitler “decidió transportar a los judíos a Palestina. Hitler era un sionista partidario de crear Israel, aunque luego se volvió loco y mató a seis millones de judíos”.

Al poco, le llegó a Corbyn una carta de su homólogo israelí en la que éste le expresaba estar horrorizado por lo que había sucedido en el laborismo británico  por su postura antisemita.

La maquinaria israelí comenzó a funcionar, y un sector importante del laborismo, capitaneado por partidarios del sionismo israelí, comenzó una dura campaña contra el actual líder laborista. Owen Smith, ex periodista de la BBC, es el candidato opositor a Corbyn en las próximas primarias que celebrará el Partido Laborista. El resultado de esta lucha por alcanzar la dirección del PL comienza hoy y su resultado se conocerá el 21 de septiembre.

Todo parece indicar que serios nubarrones se ciernen sobre el otrora poderoso Imperio Británico. El Brexi, posible nuevo referéndum en Escocia,  las presiones de Alemania y Francia para que la salida de la UE no se demore, junto a la actual crisis política dentro del laborismo, son algunos de los problemas que se le avecinan al reino Unido.