Internacional/España
David Romero (13/1/2017)
Si España abastece de armamento a Arabia Saudita, ¿será cómplice de crímenes contra la Humanidad? ¿Y es sólo una complicidad moral o podría tener consecuencias legales?

La visita del rey Felipe VI a Arabia Saudita este fin de semana está envuelta en polémica. Desde muchos sectores se entiende que esta visita no obedece a un sencillo y cordial movimiento diplomático, sino que es más bien de un turbio viaje de negocios. Efectivamente, Arabia Saudita es un antiguo socio comercial y un buen cliente de la industria armamentística de España. La visita del monarca español se produce en un momento clave de las negociaciones entre ambos países para la firma de contratos millonarios, uno de los cuales corresponde a la fabricación y venta de 5 barcos de guerra por parte del astillero público español Navantia.

Como decimos, esta operación se suma a una larga trayectoria de España como proveedor armamentístico de Arabia Saudita: en el periodo 2006-2015, se exportó armamento al reino de Al Saud por valor de 1.300 millones de euros. Hay que recordar que el potencial comprador de las corbetas de Navantia es un país que en este momento se encuentra sumido en un conflicto armado con Yemen, y el comportamiento de Arabia Saudita en esta guerra ha sido duramente criticado por la mayoría de las organizaciones humanitarias internacionales, que consideran sin lugar a dudas que está cometiendo crímenes contra la Humanidad.

En este contexto, ¿qué papel ocupa España? En RT nos planteamos si la exportación de armas e infraestructura militar a Arabia Saudita en este momento vulnera la legalidad internacional, y si convierte a España en cómplice de los crímenes que Arabia Saudita está acusada de cometer. Para ello, contamos con la opinión de tres personas cuya visión arroja luz sobre esta cuestión.

«La operación es ilegal»
Uno de ellos es Eduardo Melero Alonso, Profesor de Derecho Administrativo en la UAM y miembro del Centro Delàs de Estudios para la Paz. En su opinión «la visita de Felipe VI a Arabia Saudita es una pieza más dentro de la política de exportación armamentística de España». Con respecto a la legitimidad de la exportación de las corbetas que está a punto de tener lugar, Melero opina que «no es legal. Es contraria tanto al Tratado del Comercio de Armas, como a las legislaciones europeas y española. El Tratado de Comercio de Armas prohíbe exportar armamento que pueda utilizarse para cometer crímenes de guerra, y la normativa de la Unión Europea prohíbe realizar exportaciones que puedan utilizarse para la violación de los Derechos Humanos. Está claro que Arabia Saudita está participando en la Guerra Civil en Yemen, está interviniendo activamente, y sería interesante saber por qué el Gobierno de España no ve ningún problema en la exportación de esas cinco corbetas».

Hemos consultado también a Alberto Estevez, coordinador y portavoz de la coalición ‘Armas bajo control’, que aglutina a organizaciones como Amnistía Internacional, FundiPau, Greenpeace y Oxfam Intermón en contra de la venta de armas a Arabia Saudita. Nos explica que su preocupación «es que se cierre un contrato que es ilegal, no sólo inmoral. España incurriría en una complicidad de acuerdo con el Derecho Internacional». Además, advierte que «Arabia Saudita tiene un historial realmente devastador en cuanto al uso de armas, y desde el inicio del conflicto de Yemen en marzo de 2015 ha ignorado sistemáticamente el respeto a las leyes de la guerra, es decir, al Derecho Internacional Humanitario: ha bombardeado escuelas, hospitales y a civiles de forma indiscriminada, y todo eso constituye violaciones muy graves de esa legislación».

Además, Alberto Estevez nos remite a una carta abierta al Presidente de Navantia, D. José Manuel Revuelta, y al entonces Presidente en funciones, Mariano Rajoy, en la que las mencionadas ONG’s advertían que «en virtud del derecho penal internacional, las personas físicas pueden tener que rendir cuentas por cooperar en la comisión de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad», para luego precisar que «cualquier empresa que proporcione material o equipos a usuarios finales que se sepa que están implicados en violaciones graves del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, como crímenes de guerra, correría el riesgo de violar estas normas. Además, las personas físicas implicadas en la venta de este material o equipos podrían ser cómplices en cualquier violación posterior del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario en la que se utilizase ese material o equipo». En concreto, con esta contundente carta les avisaban de que «proporcionar equipos a Arabia Saudita cuando el proveedor sabe que hay un riesgo claro de su utilización en un conflicto en el que  hay indicios  crecientes de la comisión de crímenes de guerra puede dar lugar a una responsabilidad penal por parte del proveedor».

Un hombre llora tras perder a sus familiares en un ataque aéreo lanzado por Arabia Saudita en Sana, Yemen. Fotogtafía de Khaled Abdullah, Reuters.

«Lo que queremos destacar -concluye Estevez es que la operación es ilegal y existe un riesgo manifiesto de que se usen para cometer o facilitar violaciones graves del Derecho Internacional, de ahí que pidamos al gobierno que no autorice la exportación de armas a Arabia Saudita en la situación actual, incluidas las 5 corbetas de Navantia, si el contrato se materializa, sea este fin de semana o en las próximas fechas».

«No va pasar nada, ni siquiera se va a investigar»
También hemos consultado la cuestión con Fernando Moragón, experto en geopolítica y presidente del Observatorio Hispano-Ruso de Eurasia. Desde su punto de vista nos explica que «el problema es que Arabia Saudita está metida en una guerra en Yemen y está violando el Derecho Internacional en la medida en que está invadiendo un país de manera ilegítima. En ese conflicto se están cometiendo crímenes de guerra reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas y por un montón de organizaciones internacionales». Moragón no duda en añadir que «además, aunque públicamente no se diga, todo el mundo sabe que Arabia Saudita apoya económicamente el terrorismo yihadista, y no es congruente que España lamente los atentados y luego tenga como socio comercial a un país que financia el yihadismo».

En cuanto a la complicidad de España en la posible comisión de crímenes de guerra por parte de Arabia Saudita, Moragón nos explica que el problema es que «el Derecho Internacional solo se aplica cuando le interesa a Estados Unidos, fundamentalmente, por lo cual España no va a tener ningún problema: ni siquiera se va a iniciar ninguna investigación. Pero esto es absolutamente ilegal».

Como hemos podido comprobar, nuestros analistas consultados mantienen una rigurosa unanimidad a la hora de considerar como ilegal la operación comercial que está a punto de tener lugar entre España y Arabia Saudita para la exportación de los mencionados navíos militares, y que a su vez consideran el motivo principal de la visita de Felipe VI a Arabia Saudita.

Fuente de fotos y texto: R.T.


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