Comparecencia del Primer Ministro de China, Li Keqiang.

China
Espacios Europeos (24/3/2018)
China lleva tiempo tratando –y lo está consiguiendo con éxito- abrirse a los mercados de todo el mundo. Su presencia es firme y competitiva con la de Estados Unidos y otras potencias occidentales, pero lo que caracteriza  a China es que su Ejército no parece estar muy visible en esa operación de “abrirse al mundo”.  En esa línea, el martes pasado el primer ministro chino Li Keqiang, afirmo que la apertura de su país es un movimiento de “doble vía”. La intervención del primer ministro de China se produjo en el transcurso de la habitual rueda de prensa al término de la sesión legislativa anual.

En su exposición, Li Keqiang afirmó que  la economía de China está fuertemente integrada en la economía mundial, y que cerrar las puertas del país “solo resultaría el bloqueo de su propio camino”. El gobierno chino –según Li b- va a bajar los aranceles de forma general sobre las importaciones que hagan e, incluso, como en el caso de medicamentos urgentes contra el cáncer, podrían llegar a tener un arancel cero.

China dará un paso más, incluso en el sector servicios, rebajando los actuales controles a los servicios de atención a la tercera edad y dependientes, la educación, los servicios médicos y los financieros, explicó el primer ministro.

La apuesta de China por abrirse a la economía global es decidida, pues entre otras cosas el gobierno va a llevar a cabo una reducción importante –incluso la eliminará- de la participación del accionariado extranjero en empresas nacionales, por supuesto en algunos sectores económicos: «Queremos constituir al enorme mercado chino en un espacio justo de competición tanto para las empresas nacionales como para las extranjeras con todo tipo de propiedad, de manera que puedan competir y ofrecer más opciones a los más de 1.300 millones de consumidores chinos, con lo que contribuiremos a la mejora de los productos y los servicios chinos», manifestó Li Keqiang, según recoge China.com.

La  apertura de China es un proceso gradual y debe ser vista con una visión holística y a largo plazo, puesto que algunas acciones de reforma, aparentemente pequeñas, podrán representar después dividendos sobresalientes –aclaró el primer ministro-, según informa la misma fuente. Un ejemplo de esas medidas aperturistas es la rápida expedición de pasaportes a ciudadanos chinos para que puedan viajar al extranjero.

Pero esa apertura global de China merece, según Li,  una correspondencia por parte de otras naciones.

No obstante, es de esperar que ese propósito del gobierno chino no choque con el malestar que causa ese auge económico en algunas potencias occidentales, especialmente en Estados Unidos. Y un ejemplo nos lo puede dar el incidente que causó un destructor de Estados Unidos  (USS Mustin) al aproximarse peligrosamente al disputado archipiélago de las islas Spratly, en el mar de China Meridional, durante una operación cuyo objetivo era “garantizar la libertad de navegación», según la marina estadounidense.

El buque de guerra estadounidense navegaba en formación, acompañado por otro de la marina japonesa, durante un ejercicio nava en el mismo mar.

Las islas Spratly son reclamadas por Pekín y otros países de la región de Asia y del Océano Pacífico.

Otro ejemplo de la presión que ejerce Estados Unidos sobre China, nos lo ofrece las nuevas medidas impuestas por la Administración Trump, con la subida de aranceles a varios productos procedentes de China.