Centro Cultural Español en Malabo.

Guinea Ecuatorial
Juan Cuevas (14/8/2018)
El continente africano ocupa el  20% de la superficie terrestre y soporta una población solo del 15%. Aún siendo el continente más rico en recursos naturales, sin embargo, su población es la más empobrecida de la tierra. Esta situación no puede ser achacable a los propios habitantes, ya que se ha demostrado que cualquier pueblo en su historia  cuando ha encontrado condiciones favorables ha podido alcanzar finalmente su pleno desarrollo.

Existen tres elementos que han empobrecido a los africanos: en primer lugar, la colonización (descolonización tardía) y su posterior neocolonialismo (la posterior dependencia de su antigua metrópoli), segundo,  el predominio casi absoluto de dictaduras, la mayor parte comunistas, que han imposibilitado el desarrollo personal, social y económico de los africanos, y tercero, la  implantación en casi todos los países de sistemas  económicos comunistas y socialistas. Este tercer punto es para mí el más importante.

El ejemplo más ilustrativo ha sido el impresionante despegue económico que han experimentados los países asiáticos que han abandonado el sistema económico comunista y la  economía socializada, adoptando un modelo económico liberal.

Las economías asiáticas, debido a la implantación de un sistema económico abierto y liberal, basado en el apoyo a la capacidad creadora de sus habitantes y  a las interrelaciones en capitales, trabajo y tecnología con el resto de las economías, les ha  permitido situarse a la cabeza del desarrollo mundial, en especial los que se han venido a denominar los Cuatro Tigres (Hong Kong, Singapur, Corea del Sur y Taiwán) y Japón. El resto de países, China, India, Tailandia, Indonesia, Vietnam, Malasia, etc., han entrado en el club de los emergentes. La propia China ha sido un caso particular, aunque bajo un régimen comunista, sin embargo ha adoptado un sistema económico liberal-capitalista.

Si África fuera capaz de romper definitivamente con las dictaduras, implantando regímenes democráticos en los que impere el estado de derecho, el apoyo a las iniciativas empresariales de sus habitantes y las garantías legales a las inversiones extranjeras, desaparecería de forma radical el fenómeno migratorio.

Bostwana es uno de los pocos ejemplos de despegue económico en el Continente Africano, país que ha visto multiplicada por 100 su riqueza en los últimos 50 años.

Todo ello ha sido posible merced a una política de consenso y la implantación de un modelo económico liberal  y al abandono de la economía comunista.

GUINEA ECUATORIAL, UN CASO APARTE
Si Bostwana ha sabido aprovechar la minería de diamantes para desarrollar su economía, Guinea Ecuatorial por el contrario, ha dilapidado la gran riqueza acumulada  en 20 años, que le ha proporcionado la explotación petrolera.  El dictador, su familia y su clan, se han acaparado de toda la riqueza, dejando a los guineanos en peores condiciones económicas que en la colonia.

La dictadura de Obiang Nguema ha establecido un apartheid entre la minoría privilegiada y la gran mayoría desposeída y depauperada. No solamente se han apoderado de todos los recursos naturales, sino que además, han promovido intencionadamente  la pobreza como forma de dominio, basado en la dependencia de sus habitantes con sus dominadores.

Que el empobrecimiento intencionado ha sido una estrategia de Obiang para dominar a su pueblo, está demostrado y hasta documentado. Un milmillonario ex primer ministro de Obiang, cuyo nombre ocultamos por razones obvias, nos ha manifestado como el dictador le había confesado que su mejor método para que los guineanos estuvieran a sus pies, era no permitir que prosperaran económicamente.

Aunque Guinea Ecuatorial haya perdido una oportunidad única para desarrollarse, confío plenamente en que el advenimiento de la democracia puede suponer su auténtica oportunidad para conseguir un desarrollo pleno y duradero. Solo hace falta sentar las bases de una economía liberal y abierta a los mercados occidentales. En ese caso el exilio, los miles de guineanos que viven en países occidentales, tanto con su incorporación a la economía guineana, con tecnologías aprendidas en sus respectivos países de confinamiento, como por las relaciones comerciales que pueden fomentar con estos países, supone ya un revulsivo importante para el desarrollo de nuestro país.

Juan Cuevas.

Guinea Ecuatorial debe desarrollarse en base al comercio con sus países limítrofes y con las economías occidentales, mediante el aprovechamiento de sus recursos naturales. Cada país ofrece lo que tiene, Guinea posee recursos agrícolas, con posibilidad de explotar los productos tropicales más demandados en occidente, como son: papaya, mango, café, cacao, aguacate, ananas (piña), etc. Amén de las importantes reservas pesqueras que ofrece su plataforma continental y los recursos madereros, explotados de forma racional. Sin olvidar la minería, el petróleo y el gas, minimizando siempre su impacto medioambiental.

La diferencia con el régimen dictatorial, es que en este caso los guineanos serán los actores principales de las iniciativas empresariales, merced a las inversiones en la divulgación de nuevas tecnologías, a la formación y a las ayudas destinadas a los emprendedores.

Cuando el Presidente del Partido del Progreso, Severo Moto, aboga a que España y los españoles vuelvan a caminar junto a nosotros, se está  refiriendo precisamente a retomar las relaciones comerciales y de todo tipo con España, desde la independencia y el interés mutuo, sin los privilegios y los abusos que Obiang les ha permitido a unos pocos. Todo el caudal de ayudas al desarrollo, oficial y privado, así como las transferencias tecnológicas y las relaciones comerciales que España nos puede proporcionar, supondrán un revulsivo importantísimo para nuestro despegue económico.

N. de la R.
Juan Cuevas, es Secretario de Formación del Partido del Progreso.
Fuente: Confidencial de Guinea Ecuatorial.