El pueblo saharaui cabalga.

Sáhara Occidental
Rafael Cereceda (11/12/2018)
El 12 de enero de 1976, los últimos militares españoles abandonaron a su suerte la hasta entonces provincia española del Sáhara Occidental. Fue un momento muy emotivo, según relataba la prensa de la época. El general Federico Gómez de Salazar, el último mando en la provincia del desierto, dijo que «no fue una capitulación» y que con la retirada se había «evitado mucha sangre y el luto de muchas familias españolas».

El diario ABC del 13 de enero comentaba que se daba por terminado «casi un siglo de la historia colonial española en este territorio africano. Y se pone punto final a una de las páginas más limpias y prestigiosas del Ejército español».

Hoy, el Sáhara Occidental es el único territorio de África pendiente de completar la descolonización.

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¿El Sáhara, provincia española?
En la Conferencia de Berlín de 1884-1885 en la que las grandes potencias se repartieron África, España, que por entonces había perdido su antigua influencia, consiguió reclamar algunos enclaves en Marruecos, el Sáhara Occidental y Guinea Ecuatorial

El interés de España por la desértica región es evidente si consideramos su cercanía con las Islas Canarias y la riqueza pesquera frente a sus costas. Los primeros indicios de este interés remontan al siglo XV. La región además era parte del Imperio Almorávide que ocupaba media Península Ibérica en los siglos XI y XII.

Sin embargo entre 1884 y 1934 los sucesivos Gobiernos españoles se limitaron a enviar gobernadores generales y a negociar con Francia el contorno exacto de la nueva colonia.

Después comienza una ocupación militar no violenta, con el acuerdo de los líderes tribales.

En 1949 un científico español descubre un importante yacimiento de fosfatos de alta calidad, y se establece una mina en Bucraa. España disputa el lugar de líder del mercado a Marruecos y EEUU.

En 1973 la relativa calma con los líderes tribales se ha terminado. Nace el Frente Polisario, para luchar por la descolonización española. La mina de fosfatos y la infraestructura para transportarlos eran objetivos preferidos de los ataques del Frente.

La ONU y las promesas incumplidas
La España de Franco entró en las Naciones Unidas en 1956 como parte de su estrategia para salir del relativo aislamiento al que estaba sometida la Dictadura. La ONU exigió a España que cumpliera con los principios de la ONU sobre descolonización. La respuesta del Gobierno fue declarar el Sáhara como provincia, para evitar que la región se sometiera a estas reglas.

En 1967 España accede a organizar un referéndum de autodeterminación a instancias de la ONU. La promesa nunca se cumplirá.

Por su parte el Marruecos independiente soñaba con la creación del «Gran Marruecos», que incluía la región.

En 1975 el Tribunal de La Haya, a petición de la Asamblea General de la ONU, niega que Marruecos o Mauritania tengan derechos territoriales sobre el Sáhara Occidental y confirma el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui.

Marruecos organiza la llamada Marcha Verde, con 350.000 marroquíes cruzando la frontera para «recuperar su territorio». En España, Franco agoniza y el régimen, debilitado, busca cómo poner fin a los más de 40 años de dictadura. Además Marruecos tiene el apoyo de Estados Unidos. En Madrid no se opone resistencia.

La retirada -o el abandono, según a quien se pregunte- de España comenzó tras la firma del Acuerdo Tripartito de Madrid el 14 de noviembre de 1975, firmado por el rey Juan Carlos I.

España renuncia a todo. Y rechaza la responsabilidad de organizar el referéndum de autodeterminación que por lo tanto dice apoyar, ante la amenaza de Marruecos.

Guerra y exilio durante dos generaciones
El Acuerdo Tripartito establece la creación de una Administración temporal entre la Yemáa (una Asamblea de líderes locales), Marruecos y Mauritania. Marruecos y Mauritania se reparten la región pero el Frente Polisario declara la guerra a esta nueva autoridad y en el mismo año de la retirada española comienza el flujo de refugiados saharauis a Tinduf, en Argelia.

Mauritania abandona el Sáhara en 1979. Marruecos, presionado por la ONU promete un referéndum de autodeterminación que tampoco se llegó a celebrar.

La ONU propone un plan de paz aceptado por las partes en 1988 y crea la Misión de las Naciones Unidas por la Organización de un Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO), que sigue vigente poniendo fin a 16 años de guerra abierta.

Desde entonces se han sucedido las revueltas, los intentos de avanzar… Pero poco o nada se ha movido.

Avance de los muros marroquíes y delimitación del Territorio del Frente PolisarioCC Wikimedia. M0tty, Robot8A, Roke

Marruecos ha seguido alargando el complejo de barreras, un muro fronterizo de 2.700 kilómetros que separa el territorio «libre» del ocupado. Por razones defensivas, según Rabat.

En Argelia, se estima que 165.000 refugiados malviven en una zona yerma del desierto, en la región de Tinduf, desde hace más de 40 años. La mayoría, siguen hablando castellano, además de árabe y el dialecto hasanya. Las condiciones de vida son difíciles y los jóvenes, la mayoría de la población, no tienen muchas perspectivas de futuro.

Algunas ONG intentan que el conflicto no se olvide y cada año hay intercambios entre activistas españoles y sobre todo niños saharauis.

Marruecos solo reconoce el derecho a una autonomía de los saharauis dentro de su territorio. El Frente Polisario quiere celebrar el referéndum que espera desde hace décadas.

Las conversaciones que empezaron ayer el Ginebra, las primeras desde hace seis años, son un rayo de esperanza. El Frente Polisario no descarta que Marruecos esté intentando ganar tiempo ante la creciente presión internacional para resolver uno de los conflictos territoriales más longevos del mundo.

Al menos tendrán la virtud de romper el hielo.

Fuente: Euronews.


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